El Ajax se exhibió en Mestalla con un partidazo de primer nivel ante el Valencia, que perdió 0-3 en una jornada de Liga de Campeones en la que Luis Suárez rescató al Barcelona con un doblete que anuló el gran partido del Inter (2-1), y el Liverpool sufrió para ganar su primer partido al Salzburgo (4-3) tras desperdiciar una ventaja de tres goles.
El Ajax, pese a varias salidas importantes este verano, no ha bajado el nivel y sigue demostrando, pese a sufrir para clasificarse en las rondas previas de la competición, que su buen fútbol no ha pasado a mejor vida y que es un candidato a hacer algo grande en el torneo.
Después de pasar por encima del Lille en el primer encuentro de la fase de grupos, su víctima fue el Valencia, que se las prometía muy felices tras ganar al Chelsea 0-1. Sin embargo, se llevó un buen varapalo incontestable.
El golazo del marroquí Hakim Ziyech, con un zapatazo desde fuera del área, el penalti que falló Dani Parejo para empatar y el segundo tanto antes del descanso de Quincy Promes, cerró el camino al equipo de Albert Celades, incapaz de superar a un rival excelso. Ziyech aún tuvo tiempo de mandar otro trallazo al larguero y Donny van de Beek se encargó de firmar el 0-3 que redondeó un marcador incontestable para el Ajax.
En el mismo grupo, el H, se colocó segundo el Chelsea después de ganar 1-2 al Lille en un partido espeso y que coció a fuego lento el cuadro inglés hasta llevarse la victoria en un duelo de pocas ocasiones y muy táctico.
Aunque se adelantó por medio de Abraham en la primera parte, el nigeriano Osimhen, a la salida de un córner, empató un duelo que desequilibró en el último tramo Willian con una buena volea que dio la primera victoria a los hombres de Frank Lampard. El Chelsea, tomó aire.
En el Camp Nou, el Barcelona ganó 2-1 con un doblete del uruguayo Luis Suárez que castigó al mejor Inter que se recuerda en los últimos tiempos y que puso contra las cuerdas al conjunto blaugrana en la primera parte.
Durante 45 minutos, el cuadro italiano acorraló a un equipo descabezado pese al regreso de Lionel Messi, incapaz de liderar durante el primer acto a un grupo que estuvo en manos de Marc-André ter Stegen. El portero alemán no pudo evitar el tanto de Lautaro Martínez, pero sí frenó a un equipo con mala puntería y que fue castigado después de la reanudación.
La aparición de Luis Suárez, con una volea increíble desde fuera del área con la que empató el Barcelona, cambió el destino de un choque que, con la entrada del chileno Arturo Vidal se equilibró para decantarse finalmente del lado del equipo de Ernesto Valverde. Fue Messi, con una gran jugada, quien se encargó de servir el segundo a Luis Suárez, héroe en una noche en la que sonaron las alarmas.
En el otro partido del grupo F, todo el protagonismo lo acaparó el marroquí Achraf Hakimi, que completó una de sus mejores actuaciones desde que se marchó cedido al Borussia Dortmund por el Real Madrid. El lateral diestro hizo los dos goles de su equipo ante el Slavia Praga y dio la primera victoria al cuadro germano en la presente edición de la Liga de Campeones.
El primer tanto, el más espectacular, llegó a los 35 minutos tras una cabalgada de 40 metros en la que incluyó un recorte dentro del área y un disparo certero que superó al portero Ondrej Kolar. Después, en la segunda parte, culminó un contragolpe para sellar el marcador y erigirse como el mejor de un partido que se decantó del lado alemán.
En el grupo del campeón, el E, el Liverpool se estrenó en el casillero con un partidazo en Anfield en el que sufrió de lo lindo para superar al Salzburgo, que llegó a empatar un 3-0 en contra para desesperación del público de Anfield.
Los hombres de Jurgen Klopp se las prometieron muy felices con los tres goles consecutivos de Mané, Robertson y Salah, pero el Salzburgo no se rindió y poco a poco, como un martillo pilón, inició una remontada que finalmente no se consumó. Los tantos de Hwang Hee-Chan, Minamino y Haland, pusieron contra las cuerdas al Liverpool, que finalmente, por medio de Salah, arregló el desaguisado y se llevó los tres puntos.
El Genk, como el día anterior el Club Brujas, consiguió un buen resultado para Bélgica. Aunque tenía la necesidad de ganar después de estrenarse con derrota en Salzburgo (6-2), por lo menos arañó un punto ante uno de los dos rivales más complicados del grupo, el Nápoles.
El cuadro italiano perdonó la victoria pero también pudo perder. El equipo de Carlo Ancelotti dominó durante casi todo el duelo y tuvo oportunidades clarísimas de José Callejón y del polaco Milik, pero no acertaron y pudieron pagarlo: Ianis Hagi, el hijo del mítico Gheorghe Hagi, pudo dar los tres puntos a su equipo con una ocasión en el último cuarto de hora.
Y en el grupo G, el Leipzig se llevó un tortazo del Lyon, que ganó 0-2 aprovechando la falta de puntería del cuadro alemán. Sobre todo de Timo Werner, que tuvo tres ocasiones clarísimas en la primera parte que pudieron cambiar el destino del choque. Al final, Depay y Terrier, no perdonaron y el Lyon, con cuatro puntos, lidera la clasificación empatado con el Zenit, que superó 3-1 al Benfica con un tanto inútil de Raúl de Tomas.