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Joao Félix y Thomas elevan la temperatura del Atlético en Moscú (0-2)

El conjunto rojiblanco salvó un partido trampa ante el Lokomotiv con dos goles en la segunda parte. Thomas y Joao marcaron diferencias.

Joao Felix y Thomas lideraron al Atlético en Moscú | EFE

Últimamente cualquier partido del Atlético de Madrid se había convertido en un querer y no poder de los hombres del Cholo Simeone por perforar la portería rival. Se mezclaban dos cosas en esta batalla personal de los rojiblancos con el gol. Primero, la falta de puntería, que en su máxima expresión ha arrastrado al foso de la desesperación a Diego Costa; y, en segundo lugar, la existencia de un muro invisible que se colocaba delante de las porterías rivales impidiendo que la pelotita entrase. Hizo su aparición en la primera parte ante la Juventus, reapareció frente al Celta en Liga y se dejó ver en menor medida en el último derbi liguero en el Wanda Metropolitano. Ni gol ni suerte tenía el Atlético a la hora de entrar a matar, pero por fortuna para ellos todo cambió en el frío de Moscú.

Mucho se habló en la previa de la necesidad imperiosa del equipo del Cholo de sumar los tres puntos en Rusia para no ver ni Brujas ni Qarabags en esta edición de la Champions. Y como esas urgencias eran más que reales, Simeone apostó por su famoso e inédito tridente. Ante el Lokomotiv, el técnico argentino puso en liza su particular arma de Neptuno: Diego Costa, Morata y Joao Félix. Los dos primeros para machacar a la defensa rival y el tercero para hacer de Joao el Travieso justo por detrás de los dos nueves referencia.

El objetivo cholista con su tridente era ganar en confianza goleadora independientemente del jugador o jugadores que marcasen los goles y si, con un poco de suerte, todos se unían a la fiesta mejor que mejor. El tridente ya tenía en su punta las tres cuchillas más ofensivas del equipo, pero a día de hoy el Atlético, más allá de un tridente, necesita algo donde apoyar sus armas y es ahí cuando aparece la figura de Thomas Partey. El ghanés es ahora mismo el diapasón que afina todos los movimientos colchoneros y el compás que marca todos sus tiempos. Él fue el mejor abrigo del Atlético para no quedarse congelado en Moscú. Thomas y diez más, como se dice habitualmente, porque con el titán africano en el campo, los octavos siempre estarán más cerca.

Costa se quedó frío y Joao elevó la temperatura

Funcionó el tridente del Atlético de Madrid en tierras moscovitas porque el equipo ganó, eso es evidente, pero también porque el conjunto de Simeone supo en todo momento a qué estaba jugando. Con Diego Costa y Morata molestando a los defensores, todos sus compañeros salen beneficiados. Desde los laterales, Arias y Lodi en este caso, pasando por los medios que llegan desde segunda línea y acabando en un Joao Félix que sabe que con gladiadores arriba él puede clavar una puñalada silenciosa y afilada en momentos vitales. Así llegó el primer tanto del Atlético de Madrid en Moscú, con un tanto de arma blanca de Joao Félix. El luso apareció justo al inicio de la segunda parte para entrar con verticalidad en el área y aprovechar un balón servido desde el lateral para poner el 0-1 en el minuto 47. Tanto le cuesta al Atlético marcar gol que este también llegó con incertidumbre y con previa parada del portero. Sí, no podía ser de otra manera.

La celebración de Joao Félix en el 0-1 lo dijo todo. Mirada seria, cara de rabia y ojos desafiantes para decir "no os preocupéis, que he venido para noches como esta". Esa fue la reacción del luso que, curiosamente, fue calcada a la de Diego Costa en el 0-2 aunque con sensaciones muy diferentes. La cara de pocos amigos del 19 vino porque dio el gol a Thomas para finiquitar el partido, pero aún le estaba dando vueltas a la ocasión clarísima que había fallado a puerta vacía en la primera parte. Si Thomas es la cara más reluciente del cuadro de Simeone, Costa, de momento, es la cruz. Aunque marcó en Mallorca la semana pasada, el delantero de Lagarto sabe que está muy lejos de su mejor nivel y que solo la confianza del Cholo le mantiene en el once. Es la hoja mellada del tridente y necesita volver a afilarse cuanto antes.

El Lokomotiv, ya con el 0-2 del Atlético, pasó de ser el Kremlin ruso a dejarse llevar y a molestar lo justo gracias al omnipresente Krychowiak. El ex del Sevilla fue el mejor de su equipo, pero enfrente tuvo a una sólida defensa madrileña liderada por el buen hacer de Felipe. Ojo a este central porque Simeone ha ganado un tanque en el césped y un caza en el juego aéreo. Si Thomas dominó la medular, Felipe hizo lo propio con la defensa.

En resumen, tres puntos de oro para el Atlético, primera prueba del tridente superada con nota y mucho más calor en el cuerpo de los colchoneros para ver con optimismo el pase a los octavos de final. Joao Félix y Thomas se encargaron de elevar la temperatura en Rusia y cuando hubo algún escalofrío San Oblak sacó sus guantes a relucir. Este Atlético no se congeló en Moscú.

Ficha técnica:

Lokomotiv Moscú, 0: Guilherme; Rybus, Córluka, Howedes, Ignátiev (Eder, min.79); Murillo, Bárinov, Krychowiak, Zhemaletdínov (Idowu, min.33), Joao Mario; y Smólov (Kolomeiytsev, min.82).

Atlético de Madrid, 2: Oblak; Arias, Felipe, Giménez, Lodi; Thomas, Saúl, Koke (Correa, min.86), Joao Félix (Hermoso, min.83); Diego Costa (Lemar, min.76) y Morata.

Goles: 0-1, min.47: Joao Félix. 0-2, min.58: Thomas.

Árbitro: Orel Grinfeld (Israel). Amonestó a Thomas, Felipe, Joao Mario e Ignátiev.

Incidencias: partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo D disputado en el estadio del Lokomotiv ante unos 27.000 espectadores.

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