El expresidente del Real Madrid, Lorenzo Sanz, revivió en el programa de radio Ídolos su paso por el club blanco como presidente. En especial hizo hincapié en las semanas previas a la final de Champions que les proclamaría como campeones de Europa por séptima vez tras derrotar a la Juve. "Fue un cambio generacional [...] todo el mundo hablaba de las Copas en blanco y negro, pues mire, ya tenemos las de color", explica.
Presi, estoy hundido. No puedo con la plantilla". Aunque no lo parezca, así se conquistó la séptima n el Real Madrid de Heynckes
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— Ídolos (@Idolos_show) February 22, 2019
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Además, comentó los problemas que tuvo Jupp Heynckes a la hora de gestionar el vestuario. "Llegó un momento, una semana antes de jugar la final, en el que le llamo y le pregunto '¿Cómo estás Jupp?' y él me dice 'Hundido, presidente, no puedo con la plantilla". Y le digo '¿Cómo que no puedes con la plantilla? Hundido me has dejado a mí", explica.
Lorenzo Sanz continúa: "Reuní a los siete u ocho importantes de la plantilla y les dije: 'Jupp dice que no puede con vosotros, que sois unos hijos de puta y que no puede con vosotros'. Al día siguiente reuní a los mismos con Jupp, les dejé ahí y me marché. Y fuimos campeones de Europa". El presidente también cuenta que no fue una situación sencilla, porque no podía correrse la voz de la tensión existente en el vestuario. De saberse, se hubiese visto obligado a despedir al entrenador que acababa de conseguir la Copa de Europa en una época de muchísima necesidad deportiva en el club.
A propósito de la tensión creciente en los estadios y por la que pasan a menudo Barça y Real Madrid, también contó un episodio que envolvió al propio Lorenzo Sanz, José Luis Nuñez y a Gaspart tras disputarse un Clásico. "José Luis Núñez tenía una frase que a mí se me quedó grabada en el oído: "No pot ser", imagino que es 'no puede ser'. Pasara lo que pasara, '¡No pot ser!' [...] Y me acuerdo un día en el que hubo un momento en el que José Luis Núñez se levanta, se pone delante de mí, haciendo aspavientos con las manos y parecía que me fuera a agredir y yo estaba allí como acojonado. Le dije que tranquilo y más o menos se calmó. Pero cuando acaba el partido, que encima perdimos, bajamos al bar y llega como un poseso Gaspart: '¿Qué ha pasado? ¿Qué ha pasado?'. Le digo 'Chico, déjame en paz que vamos a acabar a bofetadas'... pero siempre hemos tenido una relación correcta".