"Lopetegui se va a sentar en el Camp Nou. Normalidad absoluta. En este tipo de situaciones es importante guardar la calma y estar unidos". La frase es de Emilio Butragueño, director de relaciones institucionales del Real Madrid, en declaraciones a Movistar Plus tras el triunfo de los blancos ante el Viktoria Pilsen (2-1), en la tercera jornada de Champions.
Una victoria pírrica, muy poco convincente, que no aclara nada el panorama en el conjunto blanco, como explica Sergio Valentín en la crónica que firma en Libertad Digital.
Butragueño dice una cosa —del dicho al hecho hay mucho trecho—, pero Lopetegui sigue estando muy cuestionado en el Real Madrid y cualquier cosa puede suceder de aquí al domingo, día en el que los blancos se enfrentan al FC Barcelona en el Camp Nou, en el Clásico que marca la décima jornada de LaLiga Santander.
Entonces, la pregunta es: ¿va a salvar Lopetegui el puesto por ganar al débil Viktoria Pilsen? Al técnico de Asteasu le pidieron un triunfo convincente ante la cenicienta del grupo G de la Champions, pero nada más lejos de la realidad. El juego sigue siendo muy pobre y los errores defensivos han vuelto a quedar de manifiesto.
Las dudas sobre Lopetegui se acrecentaban ya incluso antes del pitido inicial, nada más conocerse el once del Real Madrid, después de que el técnico guipuzcoano decidiera dar la titularidad a Lucas Vázquez como lateral derecho en detrimento de un Álvaro Odriozola que ha sido de lo poco potable en los últimos encuentros. Pese al buen centro que le dio a Benzema en la jugada del 1-0, el gallego no aportó mucho más y volvió a sacar a relucir sus carencias defensivas.
En cuanto al esquema de juego, Lopetegui aparcó su tradicional 4-3-3 y apostó por un 4-4-2, con Isco como acompañante de Casemiro, Kroos y Modric en el centro del campo, por detrás de una dupla ofensiva formada por Benzema y Gareth Bale (el francés fue el mejor en la primera parte y estuvo bastante mejor que su compañero galés, a quien sigue sin salirle nada).
Después de una floja primera parte, el público del Bernabéu dedicó pitos al equipo pero también al técnico vasco, que tras el paso por vestuarios reaccionó metiendo tres cambios. En el lado positivo de la balanza, destacar el cambio de Fede Valverde por un Isco muy flojo. Y el uruguayo, que debutaba en partido oficial, fue clave al iniciar la jugada del 2-0: robo de balón y habilitación para Bale, que tocó de tacón para un Marcelo que hizo el segundo.
Más tarde, Asensio entró por Gareth Bale y, ya en el 88', Mariano lo hizo por Benzema. De nuevo la parroquia blanca se acordó de Vinicius, que una vez más se quedó sin jugar. Además, por si fuera poco, el cambio de Mariano lo hizo Lopetegui segundos después de que Marcelo sufriera una entrada durísima en el tobillo derecho, teniendo que salir del campo con molestias. Cuando Mariano entró al campo, Marcelo ya estaba en el suelo y el Madrid acabó jugando los últimos minutos con diez. Una decisión de un entrenador desbordado al que se le ve sin mucha capacidad de templanza y casi con un pie más fuera que dentro.
El Madrid puede ganar al Barça en el Camp Nou, por qué no, y más aún si Leo Messi no está enfrente, aunque desde hace más de un mes transmite muy malas sensaciones. Lopetegui está con el agua al cuello y de momento no encuentra ese salvavidas al que agarrarse. Pese a las palabras de Butragueño, está por ver aún si se sentará en el banquillo contra el Barça...