Tercera derrota de la temporada para el Real Madrid y primera en Champions. Desde su exhibición en el estreno ante la Roma, todo ha ido cuesta abajo para el equipo de Julen Lopetegui: victoria por la mínima y poco convincente ante el Espanyol, goleada en Sevilla, empate ante el Atlético… y ahora derrota frente a un CSKA de Moscú que, una vez tenía los deberes hechos, se dedicó casi todo el partido a montar el autobús atrás. Un planteamiento similar al que sufrió la selección española en este mismo escenario del Estadio Luzhniki frente a Rusia en octavos del Mundial. Así le fue a España y así le ha ido ahora al Madrid.
El feudo moscovita se le sigue atragantando al conjunto blanco, que sigue sin ver portería. La falta de gol es cada vez más alarmante: desde que Marco Asensio firmara el tanto del triunfo frente al Espanyol, son ya 319 minutos (más de cinco horas) los que llevan los madridistas sin marcar. Y eso, en un equipo como éste, pasa factura. Demasiada. Muchos se habrán acordado esta noche en Moscú de Cristiano Ronaldo. Es verdad que Benzema y Bale, éste siempre en el alambre con las lesiones, empezaron la temporada como un tiro, marcando goles como churros, pero llevan ya demasiado tiempo sin ver puerta y de momento no consiguen hacer olvidar a la bestia portuguesa.
La temporada no ha hecho más que empezar y hay tiempo de sobra para enderezar el rumbo. Es la mejor noticia para un Madrid que, además de mostrarse impotente, sin soluciones, tampoco se vio acompañado por la fortuna. Ya se sabe que a perro flaco todo son pulgas...
Podríamos echarle exclusivamente la culpa a la mala suerte. Pero no. Es verdad que el Madrid tuvo tres remates al palo en la capital rusa, pero también le faltó velocidad y alternativas para poder superar a Akinfeev. Se toparon los blancos con un CSKA muy joven, que ha fichado mucho este verano —hasta once caras nuevas, pero también con viejos conocidos—, que esta noche defendió de maravilla contra el campeón de Europa. Ayuda, desde luego, tener en tus filas a varios jugadores muy altos.
Lopetegui revolucionó el once
Acudía el Madrid a Moscú con varias bajas importantes, como las de Sergio Ramos y Bale que se sumaban a las ya conocidas de Marcelo e Isco. Fue turno para la segunda unidad, con los Keylor Navas, Nacho y Ceballos en el once junto a Reguilón y Lucas Vázquez, que se estrenaban como titulares esta temporada. En el banquillo, un Luka Modric a quien Lopetegui dio descanso. El campeón se vio sorprendido en el inicio: un horroroso pase hacia atrás de Kroos lo aprovechó a la perfección Vlasic para marcharse de Varane —pudo hacer más el francés, que estuvo blandito—, presentarse en el área y batir a Keylor. Sólo se llevaba un minuto de partido y ya tocaba remar contra corriente.
Al Real Madrid le costó despertarse de la siesta. Pero lo hizo. Pasaron a tener la pelota los blancos: mucha posesión, pero siempre estéril porque no hubo ni velocidad ni disparos con peligro. Fue la tónica general a lo largo de la noche. Mediado el ecuador de la primera parte ya empezaba el conjunto español a llegar con cierto peligro a los dominios de Akinfeev y antes de la media hora tuvo su primera ocasión clara con un disparo raso de Casemiro que se estrelló en la madera. El primero de los tres palos que tuvo en el Luzhniki. En ausencia de Modric, los blancos trataron de encomendarse a Ceballos, pero lo cierto es que el utrerano, que lógicamente no tiene el nivel del croata, nunca estuvo cómodo. Capítulo aparte merece Marco Asensio. El balear, al que muchos, en un cruel juego de palabras, llaman Ausencio, sigue sin aparecer esta temporada, salvo en contadas ocasiones, y esta noche no iba a ser una excepción.
Otro que tal baila es Benzema. Muy gris de nuevo el francés, que aún así gozó de una clarísima oportunidad antes del descanso con un remate de cabeza que se estrelló en el larguero. De ahí al final de la primera parte, lo más destacado fue la lesión de Dani Carvajal. Otro más que ha caído en este Real Madrid que empieza a notarse mermado. El lateral internacional, con molestias en un gemelo, tuvo que ser sustituido por Odriozola, un buen futbolista que todavía ofrece sombras y luces en su rendimiento.
Con Modric y Mariano tampoco fue suficiente
Lopetegui no veía el panorama nada claro y puso a calentar a Modric y Mariano, a quienes acabaría metiendo en el campo a la hora de partido. Lo intentó Asensio con disparos lejanos, especialmente un zurdazo, potente pero centrado, que no logró sorprender al veterano Akinfeev. El madridismo sigue esperando al balear, llamado a tener más protagonismo en el equipo ahora que no está Cristiano. Otro que buscó la redención fue Kroos: el alemán, al que durante mucho tiempo le pesará su grosero error, pidió la pelota y trató de liderar la reacción en busca del empate. Pero, como al resto del equipo, no era su noche.
Tras otra buena ocasión para los rusos, en las botas de un Bijol que obligó a Keylor Navas a emplearse a fondo, el Madrid volvió a tocar a rebato para no irse de vacío del Luzhniki. Un disparo de Ceballos que se envenenó tras tocar en un defensa y un remate muy alto de Mariano Díaz fueron el preludio del tercer palo que tuvieron los blancos esta noche, precisamente en la cabeza de Mariano. Varane también lo intentó con la testa, a la salida de un córner –los saques desde la esquina siguen en el debe del equipo de Lopetegui–, antes de que Akinfeev fuera expulsado en el tiempo de descuento por protestar al árbitro Hategan. Mucho alargue y mucha agonía para un Madrid que, pese a sus oportunidades ante el marco rival, iba a acabar claudicando en Moscú. Como reza el título de la novela de Dostoyevski, el campeón cometió un crimen y tuvo su castigo. Casi nunca dio auténtica sensación de poder ir a por el empate y fue golpeado por un CSKA que, pese a su inferioridad, supo cómo poder meterle mano al trece veces campeón de Europa.
Ficha técnica
CSKA de Moscú, 0: Akinfeev; Mario Fernandes, Chernov, Becao, Nanabkin; Bijol, Akhmetov; Oblyakov (m.90), Dzagoev (Efremov, m.65), Vlasic; y Chalov (Sigurdsson, m.78)
Real Madrid, 0: Keylor Navas; Carvajal (Odriozola, m.41), Varane, Nacho, Reguilón; Casemiro (Modric, m.58), Kroos, Ceballos; Lucas Vázquez (Mariano, m.58), Marco Asensio y Benzema
Gol: 1-0, m.1: Vlasic
Árbitro: Ovidiu Hategan (Rumanía). Mostró tarjeta amarilla a Bijol (m.66) y Oblyakov (m.90) y expulsó a Akinfeev (m.95), del CSKA de Moscú
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, Grupo G, disputado en el Estadio Luzhniki de Moscú ante cerca de 70.000 espectadores