¿Qué les pasa a Manchester City y PSG en Champions?

Algo pasa con dos de los proyectos más ambiciosos del panorama futbolístico. En la primera jornada de Champions tanto PSG como Manchester City se dieron un brutal batacazo ante Liverpool y Olympique de Lyon respectivamente. Si bien es cierto que en las ligas domésticas ambos equipos dan sensación de dominación, cuando les toca disputar la Copa de Europa parecen empequeñecerse. Algo que les lleva sucediendo a lo largo de cuatro temporadas de manera consecutiva.

Por empezar la explicación en algún punto, es imprescindible señalar que en la noche del martes saltaba la sorpresa al ver un Etihad Stadium con muchísimos huecos vacíos. Además, los aficionados continúan silbando el himno de la Champions cada vez que suena por megafonía –una historia que se remonta a 2014 cuando la UEFA no permitió que el CSKA jugase en su estadio y algunos aficionados citizens habían comprado su entrada, pero no se les devolvió el dinero–.

Quizás porque no emocione lo suficiente o simplemente porque llevan varios años quedándose a las puertas de hacer historia y ganar su primera Champions, los fans del City se han cansado y esa situación anímica se ha contagiado al equipo. El Barcelona, en dos ocasiones, Mónaco, Real Madrid y Liverpool han sido sus verdugos. Todos ellos entidades consolidadas en Europa, algo que les falta por alcanzar a los sky blues.

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Y ese estatus de equipo grande es también lo que necesita el PSG. Quizás este último como proyecto ambicioso del jeque Nasser Al-Khelaifi, dada la cantidad de dinero invertida en las tres últimas campañas, es aún más decepcionante. El conjunto francés tiene un tridente de ataque de ensueño –Mbappé, Cavani, Neymar– y muchas piezas dentro de su plantilla por las que suspira media Europa, y ni con esas, han sido capaces de superar los cuartos de final.

Rivales de la talla de Barcelona (hasta en 3 ocasiones), Real Madrid, Manchester City o Chelsea han sido sus verdugos en las últimas seis ediciones de competición. Aunque en algunos encuentros sí lograron dar la talla, siempre acabaron hincando la rodilla en los momentos decisivos. Equipos que han ido minando su moral y remontadas (que muchos califican de robo) como la del Barça, que han marcado sus actuaciones en Europa.

Tanto City como PSG padecen un grave síntoma: partido grande equivale a fracaso. Entran tarde a los encuentros, timoratos, sin fuerzas para dar un paso al frente, sin mirar a los ojos al rival y, lo que es aún peor, los jugadores con más experiencia o calidad no dan un paso al frente para imponerse.

Ambos han comenzado con derrota la fase de grupos y, pese a que no tienen grupos excesivamente complicados, empezar con un tropiezo no es buen síntoma, costará recuperar las buenas sensaciones. Más preocupante parece el tropiezo del City ante el Lyon, quienes no aterrizaron en Manchester con el cartel de favoritos.

Ni Neymar, ni Mbappé, ni De Bruyne, ni Agüero han asomado la cabeza en sus respectivos encuentros y esto debe tener como inmediata respuesta un toque de atención por parte de Tuchel y Guardiola. Queda tiempo para retomar el vuelo, pero quizás se agote el tiempo –y la paciencia de los aficionados–para lograr el sueño de levantar la Orejona.