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Champions League

El 'storming', la clave del éxito de Klopp y su Liverpool que copian cada vez más entrenadores

El técnico red, como alemán que es, lo llama gegenpressing. Un estilo de fútbol directo, con presión alta y selectiva, que tanto gusta en Inglaterra.

El técnico red, como alemán que es, lo llama gegenpressing. Un estilo de fútbol directo, con presión alta y selectiva, que tanto gusta en Inglaterra.
Jürgen Klopp y la gran estrella de su Liverpool, Mohamed Salah. | Archivo

"Prefiero ganar por 5-4 que 1-0". La frase es muy antigua y su autor es Johan Cruyff. El Flaco, fallecido hace ya más de dos años, creó escuela en el mundo del fútbol y la han aplicado muchos entrenadores para sus equipos. Un buen ejemplo en el balompié actual lo representa Jürgen Klopp, que en menos de tres años ha dado un lavado de cara radical al Liverpool hasta haberlo clasificado para la final de la Champions, el próximo 26 de mayo en Kiev ante el Real Madrid.

El técnico de Stuttgart, de 50 años, ya lo dejó muy claro durante su etapa en el Borussia Dortmund, equipo al que dirigió durante siete temporadas y con el que conquistó dos Bundesligas consecutivas (2011 y 2012) y llegó a disputar la final de la Champions en 2013 en Wembley contra el Bayern de Múnich (derrota por 1-2, con un gol de Arjen Robben en el minuto 89). "El fútbol atractivo es energía, agresividad y velocidad. A otros les gusta más cómo juega el Barcelona. Consiste en pasar el balón y cambiar de banda una y otra vez, pero eso no corresponde con mi idea de la belleza en el fútbol", dijo Kloppo en una entrevista a la UEFA pocos días antes de aquella final de 2013. "Para mí la belleza corresponde con un estilo más áspero, que no es perfecto. Ése es nuestro estilo de juego", añadió.

Y esa fórmula la ha trasladado Klopp al Liverpool, equipo que dirige desde octubre de 2015. Atrás queda el cerocerismo en el fútbol, los tiempos en los que prevalecía no encajar goles en la ida —sobre todo si te tocaba jugarla en casa— para llegar supuestamente con más posibilidades de éxito al partido de vuelta, como por ejemplo se encargó de demostrar José Mourinho en clubes como el Chelsea, el Inter de Milán y, en ocasiones, en el Real Madrid, pese a toda la dinamita que el de Setúbal tenía arriba en el club blanco.

Pero en estos tiempos que corren, con un fútbol cada vez más físico y más veloz, muchos entrenadores (Klopp en el Liverpool o Jupp Heynckes en el Bayern de Múnich, por citar algunos ejemplos) plantean partidos y eliminatorias a tumba abierta, cuerpo a cuerpo. Así, no hay más que ver el éxito que han tenido los reds en sus eliminatorias de Champions contra el Manchester City (cuartos de final) o la Roma (semifinales), gracias a ese formidable tridente conocido como la MSF (Mané, Salah y Firmino).

Un trío atacante que es la gran seña de identidad de este Liverpool, que el miércoles, con sus dos goles en Roma, se convertía en el equipo más goleador en una edición de la Champions con 46 dianas —por 16 en contra—, superando así las 45 que el Barcelona de Louis van Gaal había conseguido en la temporada 1999/2000.

La defensa, su gran hándicap

Eso sí, también hay un enorme hándicap en este Liverpool, y ése no es otro que su defensa. En los 53 partidos que llevan disputados esta temporada entre todas las competiciones, los reds han marcado 130 goles y han concedido 59, con un balance de 30 victorias, 16 empates y sólo siete derrotas. Aunque la llegada del holandés Van Dijk (por 84 millones de euros) ha mejorado sustancialmente la zaga —especialmente a la hora de cortar balones por alto—, el equipo de Anfield sigue siendo un coladero atrás, pues hombres como Robertson, Alexander-Arnold o Lovren no son precisamente sinónimo de fiabilidad.

Un fútbol, el de este Liverpool, vertical, rápido y vertiginoso. Storming, como lo llaman en Inglaterra; o gegenpressing (presionar, robar y correr), como lo define Klopp. "Gegenpressing es el mejor constructor de juego que hay en el mundo", dijo el técnico alemán en una ocasión para defender su estilo de fútbol tan directo. Un estilo que los reconocidos periodistas Jonathan Wilson y Joe Devine explican así en este vídeo:

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Lo cierto es que los equipos apuestan cada vez por estilos más directos. Como muestra, un botón: la Champions League 2017/18 es la temporada con mayor número de goles. 387 dianas en 122 partidos hasta el momento, con un promedio de 3,17 por encuentro.

La posesión, cada vez menos importante

Otro dato curioso a tener en cuenta se refiere a la importancia cada vez menor de la posesión, cuyo principal adalid en la última década (ya sea con el Barcelona, el Bayern o el Manchester City) ha sido Pep Guardiola. Según informe de la UEFA acerca de la última temporada de la Liga de Campeones, se marcaban goles "después de un promedio de 10,62 segundos de posesión del balón", con un 8 por ciento menos de tiempo de posesión que en la temporada 2014/15. Según concluye el propio organismo europeo en su informe, "hay una tendencia hacia un ataque más directo" en el fútbol.

La Premier League también se está volviendo cada vez más rica en goles. Según destaca la ESPN en un interesante artículo, en el período comprendido entre los años 1992 y 2009, hubo un promedio de goles menor a los 2,7 en todas las temporadas salvo en una (en la 1999/2000, cuando se llegó a los 2,8). La tendencia cambió desde la campaña 2009/10, con un promedio goleador superior a las 2,7 dianas por partido en todas las temporadas a excepción de una.

Y es que el fútbol cada vez es más físico y más rápido porque los jugadores hoy en día se encuentran lo suficientemente en forma como para atacar a menudo y a un ritmo que no tiene precedentes en la historia de este deporte. Por ejemplo, en la Premier League, la carrera de alta intensidad ha aumentado en un 50 por ciento en la última década, según un estudio de la Universidad de Gotemburgo. En este informe se aseguraba que, en comparación con tiempos pasados, el fútbol de élite en la actualidad se caracteriza por más esprints de alta intensidad seguidos por un tempo sustancialmente más bajo.

En definitiva, un fútbol directo y físico que Klopp ha trasladado al Liverpool y por el que apuestan cada vez más entrenadores. El cambio más significativo lo representa José Mourinho, actual técnico del Manchester United. Durante la mayor parte de su carrera, excepto en el Real Madrid —los blancos establecieron un nuevo récord en la Liga española con 121 tantos en la temporada 2011/12—, el estilo del técnico de Setúbal, en líneas generales, ha sido el de ganar partidos por 1-0. Un enfoque defensivo que a veces puede parecer seguro, aunque en muchas ocasiones se antoja de alto riesgo: si no mandas muchos jugadores hacia adelante, tienes menos posibilidades de marcar gol y el rival te puede hacer gol a la contra, como ocurrió por ejemplo recientemente en la derrota que los red devils sufrieron en casa ante el modesto West Bromwich (1-0) en la Premier League.

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