El Sevilla pincha en Eslovenia pero se mete en octavos (1-1)

El Sevilla ha arrancado un empate en Eslovenia ante el Maribor (1-1), resultado que le valía para matemáticamente ser segundo del grupo E y pasar a los octavos de la Liga de Campeones, aunque la goleada del Liverpool ante el Spartak de Moscú (7-0) también le hubiera dado el pase con una derrota.

El conjunto andaluz se vio sorprendido en la primera parte con un tanto a los diez minutos del brasileño Marcos Tavares y estuvo muy atrancado en las labores de crear peligro, pero en la segunda apretó algo más y otro brasileño, Paulo Herique Ganso, que había salido en ese período, logró el empate definitivo.

Salió el Sevilla, como ya había anunciado el argentino Ernesto Marcucci, ayudante de Eduardo Berizzo y que ejerce de primer entrenador durante la convalecencia de su compatriota, sin ganas de especular pese a que un empate le clasificaba sin depender lo que sucediera en el Liverpool-Spartak Moscú. De hecho, la alineación titular era de garantías e incluso con los tres jugadores que estaban apercibidos de sanción, como eran los argentinos Gabriel Mercado y Éver Banega y Sergio Escudero, pero la primera aproximación al área visitante del Maribor acabó en gol.

Antes de cumplirse el minuto diez, una jugada mal defendida por el equipo hispalense concluyó con un centro desde la derecha y el balón al segundo palo, donde sólo el goleador del equipo, Marcos Tavares, marcó a placer de cabeza. Golpe duro encajado a las primeras de cambio por el Sevilla, que continuó con la iniciativa en el juego pero con poca rapidez en la circulación del balón y previsible ante un adversario replegado, atrevido en sus contragolpes y que quiso acabar su participación europea esta campaña con una victoria ante los suyos.

A Banega le costó encontrar líneas de pase para que tanto Pablo Sarabia como el argentino Joaquín Correa, por los extremos, o el francés Wissam Ben Yedder, por el centro, pudieran crear peligro ante el meta Jasmin Handanovic. Así, el equipo que entrena Darko Milanic vio cómo pasaba el tiempo sin que el resultado peligrara e incluso también cómo podía llegar la posibilidad de hacer más daño ante Sergio Rico en alguna que otra acción aislada. En una de ellas pudo llegar el segundo para la formación eslovena, pero el remate de Tavares se fue fuera, mientras que el Sevilla se fue al descanso sin crear una sola ocasión clara de gol.

En la reanudación, pareció que el conjunto hispalense metió una marcha más y pronto un remate de Benega, con rechace del portero, y otro en la misma jugada de Sarabia crearon la primera ocasión clara de los visitantes. Marcucci dio entrada a Ganso para que ayudara a Banega en la creación, y la posesión fue casi absoluta del Sevilla, aunque siempre con muchas dificultades para romper la barrera defensiva del rival y además con desajustes en la retaguardia de las que quisieron sacar provecho los eslovenos.

El partido avanzó hacia su final con poca historia, porque el Sevilla siguió sin verlo claro, aunque Ben Yedder tuvo otra para el empate (m.72), preludio de la de Ganso a falta de un cuarto de hora para el final, en la que encontró la colaboración del meta local para poner el 1-1. De ahí hasta la conclusión, fue el Sevilla, pese a que conocía la goleada del Liverpool, el que puso más empeño en llevarse la victoria ante un adversario que ya atacó poco y se tuvo que conformar con el empate y marcharse del torneo sin conocer la victoria.

Ficha técnica

Maribor, 1: Jasmin Handanovic; Martin Milec, Marko Suler, Jeane Claude Billong, Mitja Viler; Blaz Vrhhovec; Aleks Pihler (Vrsic, m.79), Marwan Kabha; Gregor Bajde, Damjan Bohar (Hotic, m.90); y Marcos Tavares
Sevilla, 1: Sergio Rico; Mercado (Jesús Navas, m.69), Kjaer, Lenglet, Escudero; Pizarro, Krohn-Dehli (Ganso, m.59); Sarabia, Éver Banega, Correa; y Ben Yedder (Muriel, m.76)

Goles: 1-0, m.10: Tavares; 1-1, m.75: Ganso
Árbitro: Ovidiu Hategan (Rumanía). Amonestó a los locales Pihler (m.35), Bohar (m.49) y Milec (m.77)
Incidencias: Partido de la sexta y última jornada en el grupo E de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ljudski de Maribor, con capacidad para unos 13.000 espectadores, que casi se llenó y que tuvo una presencia de unos 200 seguidores sevillistas. El encuentro se jugó con una temperatura que rondó los dos grados bajo cero