Gonzalo Higuaín no está hecho para grandes citas. O por lo menos eso es lo que se deduce de sus pobrísimos números en finales. La del sábado en Cardiff fue la décima final en la que participó el Pipita (en total 12 partidos) y su balance goleador no es propio de un killer. Tan solo dos goles.
El pasado sábado en el Millenium Stadium Gonzalo no conseguía ser trascendente. Ni siquiera gozó de ocasiones el bueno del Tripita. En otras finales, Higuaín no solo no marcó, sino que mandó al limbo ocasiones clamorosas. Argentina es un clamor en contra del jugador. Sus garrafales errores en las finales de la Copa América –en dos ocasiones ante Chile, una de ellas un penalti y otra un mano a mano ante Claudio Bravo– y en la final del Mundial de Brasil de 2014 ante Neuer, hicieron que los hinchas de la albiceleste le pusieran la cruz.
Además, Higuaín tiene otra estadística sorprendente para un delantero que quiere codearse con los mejores del mundo. En 65 partidos disputados en Champions League acumula 18 goles. Y en las eliminatorias, otra vez partidos decisivos, sus números dan miedo: 4 tantos en 26 partidos.
Sin embargo, en el recuerdo blanco hay dos momentos difíciles de olvidar. El gol a portería vacía que desperdició contra el Lyon y el mano a mano ante el Dortmund, ambos en eliminatorias de Champions.