Cristiano Ronaldo mandó callar a la grada del estadio Vicente Calderón en la celebración del gol de Isco Alarcón, que frenó en seco el intento de remontada del Atlético de Madrid en el partido vuelta de las semifinales de la Champions (2-1).
Mientras el malagueño celebraba su tanto a los 42 minutos del partido, dirigiéndose a la zona donde estaba un Karim Benzema que había protagonizado una jugada espectacular pegado a la línea de fondo, Ronaldo miró a la grada del Calderón y se llevó el dedo índice a la boca.
Tras la celebración madridista, Fernando Torres reprendió al luso por su gesto, acercándose a él y hablándole con rostro muy serio al oído.