Ya lo avisó Diego Pablo Simeone en la rueda de prensa previa al partido ante el Leicester: "Imagino una eliminatoria que se decidirá en Inglaterra". Dicho y hecho. El Cholo vio cumplida su profecía sobre el campo, pero al menos la sentencia de la eliminatoria se dirimirá con ventaja rojiblanca en el primer asalto.
El Atlético de Madrid se encontró un 'espejo' al que medirse con el Leicester en su estilo defensivo y contragolpeador. Si los locales hubiesen estado acertados en la primera parte, las dotes adivinatorias del Cholo habrían fallado y además para bien, sin embargo, el problema madrileño vino con la falta de pegada y en otros momentos por la ausencia de suerte y precisión en los metros finales.
No hubo una segunda parte tan rojiblanca como la jugada en el inicio del choque aunque sí hubo oportunidades para el 2-0 gracias a los cambios del Cholo. El plan del Bernabéu se repitió ante el Leicester, los mismos titulares e idénticos cambios, pero las variaciones en el esquema no dieron goles aunque ganando y no empatando se mejoró lo sucedido en Chamartín.
El Atlético volverá a visitar Inglaterra como ya hiciese en 2014 ante el Chelsea y el objetivo, más a favor con el 1-0 actual que con aquel 0-0 ante los blues, es el mismo: tomar territorio inglés o al menos ser un fortín en el King Power Stadium. Si mantienen su portería a cero, bastión de sus éxitos pasados y presentes, las semifinales volverán a visitar el Calderón.
A falta de precisión, Griezmann
Dos finales en tres años y decenas de batallas europeas, título aparte, dan para mucho en una plantilla. La experiencia es un grado, la tranquilidad y la intensidad bien entendida, ídem, y esas premisas suelen convertir por momentos a 10 jugadores de campo en 20. Eso es lo que el Atlético de Madrid remarcó sobre el terreno de juego en el primer tiempo.
El Leicester llegó al Calderón sabiendo que defenderse y dar pelotazos en dirección a Vardy era la única manera de sujetar al Atlético, al menos en los compases iniciales precedidos del ensordecedor apoyo de la grada antes del arranque, pero el equipo inglés hizo lo más difícil, aguantar el primer aluvión, para acabar cayendo en la trampa del príncipe rojiblanco: Antoine Griezmann.
Shakespeare y los suyos se vieron desbordados por el cuadro de Simeone en prácticamente la totalidad de los primeros 45 minutos. Sólo tuvieron tres o cuatro llegadas previas al 1-0 y apenas intimidaron a Oblak. El Atlético estuvo eficiente en su máxima expresión, sobre todo del minuto uno al veinte. Todos los rebotes eran para los hombres del Cholo. Cualquier balón dividido tenía color rojiblanco y a esa supremacía con y sin balón se sumaron oportunidades de gol como el palo de Koke y los disparos de Torres, Saúl, Griezmann y Carrasco.
El Atlético era un vendaval y cuando notó cierto bajón en sus aproximaciones al área de Schmeichel, sumado a la aparición en ataque del Leicester, Griezmann se sacó de la manga una carrera de velocista por la banda izquierda que finalizó con penalti inexistente de Albrighton, pues la falta se produjo fuera del área. Esa jugada eliminó temores y aumentó nuevamente las buenas sensaciones del inicio. El francés no falló, algo que muchas veces le ha pasado factura en las penas máximas, y adelantó a su equipo en una jugada típica de su rival, a la contra y con velocidad.
Con 1-0 en el luminoso, el Atlético de Madrid volvió a sentirse superior y el vigente campeón de la Premier se vio superado nuevamente hasta el pitido final.
Cambios y ausencia de rematador
En la segunda parte, el Leicester sí arriesgó y adelantó sus líneas obligando al Atlético de Madrid a estar un poco más pendientes de sus dominios aparte de buscar el 2-0. Los ingleses mejoraron su versión inicial, pero la gasolina apenas les duró para aguantar la mitad de la segunda parte. Ambos entrenadores movieron los banquillos y el aire fresco, como ya pasó en el derbi, revitalizó más al Atlético que a su oponente.
Correa primero y Thomas después desatascaron el ataque de Simeone en tres cuartos de campo y las llegadas empezaron a acumularse. En el bando azul, sólo un tiro bloqueado por Gabi en el momento crucial y un piscinazo de Mahrez hicieron saltar a los más de 1000 seguidores británicos que se dieron cita en el Calderón.
El Leicester llegó al tramo final sin aire en los pulmones por el calor y por el esfuerzo y el Atlético, si hubiese dispuesto de un nueve rematador, a esta hora saborearía un 2-0 más tranquilizador. Correa lo intentó todo y nunca hubo receptor para su último pase. No llegó el segundo gol y el King Power Stadium, profecía de Simeone de por medio, decidirá.
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 1: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Carrasco (Correa, m.65), Gabi, Saúl, Koke; Fernando Torres (Thomas, m.73) y Griezmann
Leicester City, 0: Schmeichel; Simpson, Benalouane, Huth, Fuchs; Mahrez, Drinkwater, Ndidi, Albrighton; Vardy (Slimani, m.77) y Okazaki (King, m.46)
Gol: 1-0, m.28: Griezmann, de penalti
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Mostró tarjeta amarilla a Albrighton (m.29), Benalouane (m.48) y Huth (m.58), del Leicester
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 55.000 espectadores. Lleno