Florentino Pérez está feliz. El presidente del Real Madrid disfruta de la buena marcha de su equipo. Primero en la Liga y en cuartos de final de la Champions, este parón de selecciones ha hecho que se empiece a especular con los refuerzos de cara al próximo año. Tras estar sancionado sin fichar durante dos mercados, en el madridismo hay ganas de refuerzos. Con las elecciones a la presidencia en el horizonte –se celebrarán este verano–, la llegada de un nuevo galáctico se antoja más que probable.
Son muchos los nombres que suenan como posibles refuerzos para el conjunto merengue -Aubameyang, Dybala, De Gea, Theo Hernández, Yuri... pero en la última semana hay uno que copa todas las portadas de la prensa deportiva: Kylian Mbappé. El jugador del Mónaco, de tan sólo 18 años, ha deslumbrado a toda Europa con su actuación en la eliminatoria de octavos de final ante el Manchester City de Pep Guardiola. Su parecido a Henry y su descaro y personalidad a pesar de su edad, hacen del delantero galo el hombre del momento.
Florentino, que concedió una entrevista en Francia a Radio Montecarlo –en el programa Team Duga del exjugador Christophe Dugarry–, junto a Karim Benzema, le hizo un guiño a la actual joya del mercado. Cuando le preguntaron que si sería posible ver en el Real Madrid una dupla de ataque formada por Benzema y Mbappé, Pérez no se hizo el sueco. Además de ser políticamente correcto, como de costumbre, y decir que "no hablamos de jugadores que no son del Madrid. Sólo pensamos en la Liga y en la Champions", dejó una frase que dará que hablar: "Es muy bueno. Todo es posible en esta vida".
La gran dificultad de esta operación son las altas pretensiones del Mónaco. El conjunto que dirige el luso Jardim ha rechazado dos suculentas propuestas llegadas desde Inglaterra –se habla de que United y Arsenal estaban dispuestos a pagar 80 millones de euros– y ha puesto un precio de salida prohibitivo: 120 millones de euros, una cifra estratosférica que ha espantado al nido de abejas que revoloteaba junto al jugoso mirlo blanco.
Con todo, no duden de que si Florentino se encapricha con Mbappé –a Zidane le encanta–, el galo vestirá de blanco la próxima temporada.