No es el equipo más potente de Italia actualmente y a nivel histórico sigue muy lejos de Juventus, Milan e Inter, las tres potencias transalpinas del fútbol italiano, pero el Nápoles no tiene nada que envidiar a su rivales en cuanto a afición.
San Paolo, hogar de los tifosi napolitanos, es el tercer estadio más grande de Italia con más de 60.000 espectadores y los que han jugado allí reconocen que es una auténtica olla a presión. Pese a tener una pista de atletismo que separa la grada del terreno de juego, el ambiente es espectacular.
Situado en el barrio de Fuorigrotta, San Paolo, estéticamente, se asemeja al majestuoso estadio brasileño de Maracaná, pero los que conocen cómo ‘respira’ el coliseo napolitano comparan su ambiente con el que se puede vivir en campos argentino como el de La Bombonera de Boca Juniors.
Los aficionados del Nápoles no sólo dan colorido al estadio con bengalas o tifos sino que también son conocidos por sus canciones. La que más ha trascendido en los últimos años ha sido ‘Un giorno all'improvviso’.
Otro de los puntos más vistosos y curiosos del estadio que recibirá al Real Madrid en la vuelta de octavos de final de la Champions es su ‘speaker’: Decibel Bellini. Hasta hace pocos meses, los goles de Gonzalo Higuaín sonaban de forma aún más especial gracias a él.
El Real Madrid, ganador en la ida con un resultado de 3-1, no tiene por qué tener miedo del ambiente de San Paolo ya que tiene mucha experiencia en este tipo de ‘infiernos’, pero un sólo despiste en Napoli le puede costar caro.