Paris en el horizonte; Unai Emery como experto contraprogramador del juego azulgrana. El Paris Saint Germain es el rival que, a priori, junto al Bayern, nadie quería en octavos de final. Luis Enrique dijo el otro día en rueda de prensa que "seguro que les iba a tocar un rival fuerte, como casi siempre". Dicho y hecho, como en su primera Copa de Europa, la que ganó en Berlín ante la Juventus. Aquel año se encontró cuatro veces con los parisinos, en la fase de grupos y en cuartos de final.
Intuimos que el técnico español del Paris Saint Germain seguirá con su aventura en la capital francesa por febrero, cuando se juegue el partido. Lo intuimos pero no lo sabemos con certeza. La mala racha de resultados que le tiene a cuatro puntos del Niza en la liga gala han hecho tambalearse los cimientos del conjunto parisino, en teoría, diseñados para arrasar en Francia. No está siendo así y los nervios han llegado.
Emery está intentando plasmar su sistema y no ha escatimado en pedirles a las teóricas vacas sagradas que mantengan su rol. Un equipo rocoso que sufrió demasiado por las marchas de Ibrahimovic y David Luiz en verano. Habitualmente Emery muestra un once con Areola, el ex portero del Villareal en meta, una defensa de cuatro que sustenta en Thomas Meunier, el belga que destacó en la Eurocopa, en la derecha, con Thiago Silva y Marquinhos en el centro y Kurzawa en la izquierda. Un doble pivote formado por Motta y Verratti aunque Matuidi entra mucho también. Las bandas para Di Maria y para Lucas Moura, Pastore en el enganche y Cavani arriba, ese es el once más repetido con Emery. Habitualmente sufren para tener sitio Rabiot, Kryschoviak, Jesé y Ben Arfa que todavía no han llegado al límite exigido por el vasco, que no se casa con nadie, sea quien sea el jugador
Las sensaciones no son muy buenas para este Barcelona, algo dubitativo en Liga, pero se consuela el equipo culé en que tampoco su rival futuro es un seguro de vida en cuanto a fiabilidad. Habrá que ver cómo está el tema en el mes de febrero pero el favoritismo está en lo alto del tejado azulgrana. Es el equipo que ha ganado una Champions en 2015, y el equipo parisino no parece haberse acoplado en el Olimpo europeo. A ver qué sucede