Özil destapó el tarro de las esencias y dejó un gol para el recuerdo en el partido Ludogorets-Arsenal.
El centrocampista alemán aprovechó un pase en profundidad para quedarse solo ante el portero del conjunto búlgaro, Borjan. Mesut hace un sombrero delicatessen sobre el guardameta, controla y, ante la llegada a la desesperada de dos defensas, se para y les deja en el suelo con una maniobra de cintura espectacular para, a puerta vacía, ejecutar al conjunto búlgaro y dar al Arsenal la victoria en el minuto 88.
La sangre fría para hacer esa pausa con un 2-2 en el marcador y en el último suspiro del partido, solo está al alcance de un vampiro lleno de clase.