Pudo ser una victoria. O una derrota. Al final fue un empate, quizá lo más justo visto los muchos méritos de los dos equipos. Y es que el Real Madrid, pese a recibir el empate a cinco minutos del final, puede irse contento de Alemania. Sigue sin ganar en el Iduna Park pero compitió e hizo muchas cosas buenas en un estadio tan exigente. Pocos esperaban que diera la cara tras dos partidos en los que faltó intensidad ante el Villareal y concentración, ante Las Palmas. Al final, el único que ganó fue el espectador que vio un partido de muchos quilates.
Zidane apostó por el once más ofensivo
Danilo y Carvajal en las bandas. James como acompañante de Kroos y Modric y la BBC. La sorpresa se la guardó en la portería donde brilló y falló Keylor Navas que se estrenaba esta temporada. El guardameta tuvo trabajo desde el primer minuto. Era protagonista a los diez minutos tras el intenso y esperado arranque del Dortmund que atacaba a lo Klopp, en oleadas y con muchos hombres. A medida que pasaban los minutos, entre puños y más puños de Keylor, el Borussia fue convirtiéndose más en lo que es: el equipo de Thomas Tuchel. Con dominio de pelota y posesiones largas. Así, fue estirándose poco a poco el Madrid que pese al trabajo en defensa de todos, no conseguía llegar a área contraria con peligro. A la BBC se le exigió trabajo y los tres cumplieron en defensa, formando un 4-4-2 o un 4-5-1 que empequeñecía los espacios que necesitaba el Dortmund, pero al estar tan lejos del campo contrario, no conseguían ni enseñar los dientes.
Así llegó el minuto 13 cuando apareció Modric. En vez del pelotazo fácil en la frontal del área, levantó la cabeza y con el exterior vio a Benzema en un costado. Un gesto técnico que fulminó la exigente y a veces, suicida presión del Dortmund. El croata superó las dos lineas para poder ver con comodidad los 50 metros donde correr. Salieron por primera vez James, Bale y Ronaldo para que los tres apareciesen en el área de Bürki. El galés dio un taconazo que con algo de suerte acabó en las botas de Ronaldo para anotar el 0 a 1. El portugués tardó décimas de segundo en darse la vuelta e ir a buscar a Zidane. Por si había alguno que todavía pensaba que Zidane era tonto y Ronaldo no era inteligente.
Varane ganaba a Aubameyang en velocidad. Danilo, conseguía no sufrir en exceso ante una bestia como Démbélé y cuando había una ocasión, siempre aparecía Keylor Navas. Hasta el minuto 43 cuando una falta en la frontal del área acabó en el empate a uno. Disparó relativamente sencillo. Fuerte pero al centro. El portero, que estaba abusando de los puños, se equivocó de recurso y su rechace acabó golpeando en Varane para meterse el gol en propia puerta. Quizá lo tocará al final Aubemeyang, pero eso era lo de menos. El Madrid se iba con una sensación agridulce al descanso. Había competido, se habían puesto por delante, habían conseguido sufrir pero se iban igualados.
Sin embargo, más allá del esfuerzo, la mejoría táctica en la salida del balón con Kroos y Modric y en el poco espacio concedido entre líneas, el Madrid no había sido superior al Dortmund. Poco de Bale. Poco de Ronaldo. Menos de Benzema, muy patoso en una jugada clara para acabar en un mano a mano y mejor en defensa. Y es que Kroos y Modric estaban finos en la salida de la pelota pero James, muy voluntarioso, no acababa de conectar con los de arriba.
La segunda parte terminó siendo un autentico corre calles
Keylor Navas, no se vino abajo con sus errores y siguió parando a un gran nivel. El Dortmund se volcaba descaradamente por la derecha con Dembélé pero el sistema de ayudas impidió que sus jugadas terminaran de manera más limpia. Era necesario dos jugadores para pararle. Es el complemento ideal para un equipo que ataca en estático. Un regateador que va por fuera o por dentro, que cambia de ritmo y que tiene salida con las dos piernas. Pasaban los minutos y a pesar de algunos fallos puntuales de Sergio Ramos, el Real Madrid no sufría tanto. Si es cierto que los blancos se obcecaron algo en el contragolpe como única arma ofensiva. Debían tener algo más el balón pero quizá, a día de hoy, todavía no están para esta batalla. No fue un equipo al que le interesó dominar. Se sintieron más cómodos cuando Bale y Ronaldo tenían más espacios.
Gotze dejó su sitio a Schurrle para cambiar el 4-2-3-1 por el 4-1-4-1 pero a los diez minutos marcó el Real Madrid en un saque de esquina. Cristiano Ronaldo realizó un gran centro que remató al poste Benzema. El rechace le cayó a Varane que marcó a placer. Pulisic y Emre Mor entraron en los últimos minutos en el Dortmund. Kovacic y Morata por James y Benzema, ambos ya sin pulmones. Sin embargo, cuando al Madrid se le demandó ese gen de equipo ganador para matar el partido, no demostró tenerlo. Dos veces se adelantó en el marcador, como en Gran Canaria, y dos veces que le empató el Dortmund. A dos minutos del final, Shcurrle culminó una jugada que se inició en la derecha y terminó en la izquierda con un zurdazo imparable para Navas. No faltó intensidad. No faltó concentración. Quizá el falló estuvo en Kovacic. El croata salió en los últimos minutos para cerrar lineas e hizo todo lo contrario. Abandonó su zona efectiva para presionar a cualquiera, liberando una zona esencial.
Un Real Madrid, que no está ni al 50% de su nivel físico, compitió y pudo ganar a un Dortmund que llevaba 20 goles en 4 partidos. No fue su mejor partido pero se le vieron detalles de un equipo campeón visto el nivel de fútbol mostrado hasta la fecha.
Ficha técnica:
Borussia Dortmund, 2: Burki; Piszczek, Sokratis, Gintel, Schmelzer; Castro, Weigl, Guerreiro (Emre Mor, m.79); Gotze (Schurrle, m.59), Dembele (Pulisic, m.73) y Aubameyang.
Real Madrid, 2: Keylor Navas; Danilo, Varane, Sergio Ramos, Danilo; Kroos, Modric, James (Kovacic, m.71); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Morata, m.89).
Goles: 0-1, m.17: Cristiano Ronaldo. 1-1, m. 43: Varane, en propia puerta. 1-2, m.68: Varane. 2-2, m.87: Schurrle.
Árbitro: Mark Clattenburg (Inglaterra). Amonestó a Schmelzer (49), Weigl (74) y Guerreiro (76) por el Dortmund.
Incidencias: encuentro de la segunda jornada de la Liga de Campeones disputado en el Signal Iduna Park ante 81.000 espectadores.