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El Real Madrid pierde ante el Wolfsburgo y se complica el billete a semifinales (2-0)

Dos posibles errores del árbitro contra el Madrid en el primer cuarto de hora dieron paso a un encuentro que retrata al conjunto blanco.

El Real Madrid entró enchufado al partido. Como debía y como pocas veces hace cuando empieza a acumular una buena racha de victorias y el rival es inferior. A los quince minutos de encuentro, le habían anulado un gol a Cristiano Ronaldo, el árbitro italiano Gianluca Rocchi no había pitado un penalti sobre Bale y Benzema había fallado un mano a mano ante Benaglio, el portero del Wolfsburgo.

El Madrid estaba arrasando en todo menos en el marcador. Era cuando los que veían bolas calientas, recordaban que el Wolfsburgo era una banda. Pero fue entonces cuando llegó el minuto 16 y una jugada que provocará la vuelta a escena -otro año más- del espíritu de Juanito. Casemiro, Schürrle, una patada al césped y un decisión cuestionable del árbitro acabaron derivando en un penalti, en un gol, que, además de acabar con el récord de Keylor Navas, provocaría el descalabro de un Real Madrid que firmaría uno de los peores partidos de la temporada. Uno de los peores porque ya nadie sabe cuantos van. ¿15? ¿20? Con la plantilla que hay, no se pueden permitir 20 partidos horribles.

"Te dedicaremos la Undécima", le prometía Sergio Ramos a Florentino Pérez este martes. ¿Cómo era el dicho? "No vendas la piel del oso...". Pues eso. Que poco necesita el Real Madrid para irse del partido. El árbitro dejó su supuesta mala influencia en el minuto 20 con 1 a 0 en el marcador. El Madrid tuvo 80 minutos para demostrar su teórica superioridad y remontar el partido. Hizo lo contrario. Y fue evidente que los jugadores fueron incapaces de olvidarse del arbitro. Terminado el partido y sin ser preguntado por los periodistas, Cristiano Ronaldo se marchaba rumbo al autobús repitiendo una frase: "gol anulado, gol anulado". Ese gol, en el límite del fuera de juego, se produjo en el minuto uno de partido.

La defensa del Madrid, retratada

Zidane apostó por el mismo once titular que ganó al Barcelona en el Camp Nou a excepción de una sustitución. Un cambio que hizo tanto daño que Danilo fue trending topic en España. Y con razón. Su carril fue una autopista en la que el brasileño circulaba en la dirección opuesta. Cuando atacaba debía estar defendiendo y, cuando estaba ubicado su Volkswagen, ese que costó como un Ferrari (31,5 millones de euros), se calaba ante la mera presencia de Julian Draxler.

Sin embargo, el Audi que se cree un Maserati y renovó a precio de Bentley, que no es otro que Sergio Ramos, está para el desguace. Para el capitán del Real Madrid no hay rival pequeño. El 2-0, antes de la media hora de partido, llegó tras un centro de Draxler que remató Max Arnold en el primer palo. Su defensor, Ramos, todavía seguía en el segundo palo esperando que la pelota le llegara a él y no él a la pelota. Sergio marcará ante el Eibar, se llevará los dedos al nombre de la camiseta y aquí no habrá pasado nada. No fue sólo un fallo puntual. Fue así todo el partido. Danilo, Ramos, Pepe y Marcelo estuvieron al nivel habitual de Dante y Naldo. Y así, en quince minutos, del 15 al 30, el Real Madrid concedió siete ocasiones cuando, en los primeros quince, Keylor Navas no había tocado un balón.

El Madrid empezó dominando, haciendo daño. Pero cuando se llevó el primer susto pasó a ser un equipo vulgar que acepta un partido de ida y vuelta caótico, donde el conjunto superior se pone al mismo nivel que el equipo teóricamente inferior. Y así, de repente, el Madrid empezó poco a poco a cavar su propia tumba. Tanto que los dos errores iniciales del árbitro son insuficientes para justificar un resultado justo.

El Wolfsburgo sacó todas sus virtudes, pocas si las comparamos con las del Real Madrid, y supo esconder todos sus defectos. Además, en el momentos en el que menos se podía esperar. En los cuartos de final de la Liga de Campeones. Quizá por esto el fútbol es tan popular, porque un equipo quese daba un "2% de posibilidades"
de ganar -como había dicho Dante en rueda de prensa en la víspera-, ha dejado tiritando al equipo más poderoso del mundo.


El Madrid debió buscar más a Bale

Además, como dijo Zidane, "los cambios no han funcionado". Y el primero llegó antes de lo esperado cuando Benzema no pudo continuar tras recibir una patada delante de Rocchi, que no quiso ver nada. Jesé entró con ganas, pero en 60 minutos tuvo menos incidencia que en quince en el Camp Nou. Tampoco ayudó Zidane ocultando a Bale, el mejor del equipo, en la banda izquierda y al canario en la derecha. Justo en las posiciones donde menos rinden. Y, sin motivo alguno, los jugadores del Real Madrid no buscaban al galés con más vehemencia. Todo lo que hacía era productivo y Ronaldo, que finalizaba en su mayoría las jugadas, no tuvo su noche.

Desconocemos si hubo bronca de Zidane al descanso. Quizá porque si la hubo, no se notó a la vuelta de los vestuarios. No hubo reacción. Cada minuto que pasaba sin un cambio, era un minuto que el Real Madrid tiraba a la basura. Y es que es más fácil defender que construir. Estaba tan lejos el conjunto blanco de una imagen respetable que hasta Modric fue sustituido. El croata, perdido como casi todos, dejó su sitio a Isco y su entrada se notó sólo en los primeros minutos cuando dio una asistencia entre líneas a Ronaldo, aunque el portugués falló en el disparo final.

James entró a seis minutos del final y, si el colombiano no está para ser titular, es complicado que sea determinante con tan poco tiempo en el terreno de juego. El Madrid se marcha de Alemania con la peor de las sensaciones, siendo consciente de que el Wolfsburgo es un equipo asequible al que es fácil meterle mano pero dando casi las gracias por el resultado. Y es que Schürrle mandó la pelota a las nubes cuando el Madrid ya se temía un tercer gol en contra que hubiera sido demoledor. El Wolfsburgo jugó el partido más importante de la historia del club y compitió como tal, mientras que el Real Madrid disputó un partido más. Un encuentro de lo más vulgar que puede acabar costándole muy caro... otra temporada más.

Ficha técnica

Wolfsburgo, 2: Benaglio; Vierinha, Naldo, Dante, Ricardo Rodríguez; Guilavogui, Luiz Gustavo; Bruno Henrique (Träsch, m.80), Arnold, Draxler (Schäfer, m.90); y Schürrle (Kruse, m.83)
Real Madrid, 0: Keylor Navas; Danilo, Sergio Ramos, Pepe, Marcelo; Modric (Isco, m.64), Casemiro, Kroos (James, m.84); Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema (Jesé, m.40)

Goles: 1-0, m.18: Ricardo Rodríguez, de penalti; 2-0, m.24: Arnold
Árbitro: Gianluca Rocchi (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Vierinha (m.18), Benaglio (m.50), Luiz Gustavo (m.61) y Arnold (m.70), del Wolfsburgo; y a Bale (m.70), del Real Madrid
Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Volkswagen Arena de Wolfsburgo (Alemania) ante cerca de 28.000 espectadores

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