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Cristiano Ronaldo y el Real Madrid siguen batiendo récords a costa de un flojo Malmoe (8-0)

El luso hizo cuatro goles y Benzema, tres. Kovacic también se sumó a la fiesta. El Madrid iguala el 8-0 del Liverpool de Benítez al Besiktas en 2007.

Cristiano Ronaldo celebra uno de sus cuatro goles al Malmoe. | EFE

La noche no vislumbraba nada bueno para el Real Madrid. La afición, justa o injustamente, sigue dolida con su equipo. Los pocos que se acercan al estadio fueron con la bufanda bien ajustada para que su garganta no fallara cuando sonara el nombre de Rafa Benítez por megafonía. Pero, como dice el entrenador, sólo con buen juego y victorias conseguirán convencerles. Y de golpe, en sólo un partido, se habrán metido a cientos de aficionados en el bolsillo. El mejor discurso para lograrlo son los goles. El Malmoe fue la celestina que unió a una grada y a un equipo, que andan distantes desde la derrota ante el Barcelona. Unos cuantos corazones se habrán reconstruido gracias a la máxima goleada en la historia de la Champions League. 8-0. Y es curioso. El récord lo sigue ostentando Benítez, que ganó dirigía al Liverpool que, hace ocho años, endosó ocho tantos al Besiktas en Anfield, en la fase de grupos de la temporada 2007/08. Es doblemente curioso que sea Benítez, el supuesto entrenador defensivo.

Decían que el partido era intrascendente. En cuanto a puntos, sí. En cuanto a clasificación, también. Pero no en lo intangible, en las sensaciones que necesita este Real Madrid, roto por dentro. Lo que ha unido el Malmoe que no lo separen los jugadores blancos, que por fin completaron un partido perfecto. De principio a fin. Dirán que es el Malmoe un rival menor. Y estarán en lo cierto. Pero también deberán repasar partidos de equipos clasificados en la última jornada y ver la intensidad con la que jugaron. Seguro que alguno de los que se quedó en casa esperaba desidia, que se dejaran ir; o, los más optimistas, una buena primera parte y una segunda como ante el Getafe.

Pues no. Y eso es lo que hay que alabar de este Real Madrid. Que con todos los deberes hechos, buscaron no el aprobado sino la matrícula de honor. Se marcharon con tres goles al descanso y a la vuelta marcaron otros cinco.

Lejos de destacar a varios jugadores –que lo haremos– es oportuno enfatizar los elogios en el equipo. En todas las características que reúnen los bloques. Solidaridad, trabajo y esfuerzo se unieron a una calidad innegable en la plantilla. Sumando estas cualidades es imposible que el Malmoe no se llevara una goleada histórica. Velocidad con y sin la pelota. Circulación rápida y movimientos sin balón. Si esto lo hace el Madrid en todos los partidos, seguro que se divierten más, juegan mejor, el estadio vuelve a llenarse e incluso a Benítez alguno le aplaude.

La goleada se construyó en las botas de Cristiano Ronaldo, que marcó cuatro goles y regaló otros dos a un Benzema que terminó con un hat-trick. Los dos se llevaron la pelota y, además marcó Kovacic, en lo que fue su primer gol como madridista. Desde fuera parecía que el delantero portugués sí perseguía el record de máximo goleador de una fase de grupos. Lo consiguió y, además, con un tanto que pocos esperaban, de falta. Con la colaboración del portero, Johan Wiland –un amigo, con y sin casco en la cabeza– que se comió el libre directo, el primero que Cristiano marca desde el 23 de mayo en una goleada ante el Getafe en la última jornada de Liga.

Buscó y consiguió el récord, pero sin demasiado descaro porque los dos primeros tantos de la noche llegaron de sus botas para asistir. En el 10, un centro suyo desde la izquierda lo remató Isco y, en el rechace, Benzema no perdonó. En el 24, algo parecido. Ahora Ronaldo aparece por la derecha con tiempo suficiente para mirar y centrar a Benzema, que con un remate de cabeza, nada sencillo al estar parado, anotó el 2-0. El Madrid estaba muy cómodo. Presionaba arriba y el Malmoe ayudaba porque no regalaba ninguna pelota. Los robos eran constantes y, por lo tanto, las ocasiones. Pasada la media hora llegó el tercero, el primero de Ronaldo. Muchos en tono de guasa pedían un deseo: que el tanto llegara de falta. Y llegó. Antes del descanso, Cristiano pudo marcar el cuarto pero falló totalmente solo en el segundo palo ya con el portero batido.

Más o menos, todas las jugadas del Madrid pasaban por las botas de Isco, que hacía como James en Cádiz. Iba sobradísimo. Dejaba a los rivales sólo con la mirada. Si hacía un amago, hasta varios se caían. Partido superlativo del malagueño, que fabricó el cuarto tras salir de vestuario. Jugada por la derecha, Danilo dispara y el rechace cae en las botas de Ronaldo, que en esta ocasión no perdonaba.

El público se animaba y el equipo veía la oportunidad de reconectarse con ellos. Tras este tanto, quizá fruto del buen ambiente, se marcharon todos para abrazar a Cheryshev en una muestra de compañerismo. Un gesto para que el madridismo no le señale por la posible eliminación de la Copa del Rey.

En los posteriores diez minutos, Ronaldo marcó otros dos goles. El tercero en su cuenta fue otro regalo del portero que intentó parar un disparo centrado con las rodillas. Entra la verbena de la defensa y el guardameta, todos querían ponerse las botas pero la noche era para Benzema y para Cristiano, que marcaría su póquer tras un taconazo espectacular del delantero francés. Acorralado en una esquina, rodeado de dos jugadores, se inventó un pase asombroso. ¡Quién diría que está afectado por el vídeo de Valbuena! Suma cinco goles en tres partidos. 12 goles esta temporada y con una lesión importante de por medio. Ronaldo, 21 goles en 20 partidos. Cifras que tampoco están nada mal, al menos en aspectos meramente numéricos.

El nueve redondearía una goleada histórica que entierra la crisis blanca de momento. Es la quinta victoria consecutiva y con una línea ascendente que tendrá una buena prueba de toque este domingo en el Madrigal. Poco a poco. Aunque no se lo crean, algunos aficionados se quedaron a aplaudir al Real Madrid tras el pitido final.


Ficha técnica

Real Madrid, 8: Casilla; Danilo, Pepe (Marcelo, m.53), Nacho, Arbeloa; Casemiro, Kovacic (Cheryshev, m.76), Isco; James (Jesé, m.65), Cristiano Ronaldo y Benzema
Malmoe, 0: Wiland; Tinnerholm, Árnason, Carvalho, Yotún; Rakip (Kroon, m.76), Lewicki, Adu, Sana (Mehmeti, m.64); Berget y Djurdjic (Ridic, m.46)

Goles: 1-0, m.12: Benzema; 2-0, m.25: Benzema; 3-0, m.38: Cristiano, de falta; 4-0, m.47: Cristiano; 5-0, m.50: Cristiano; 6-0, m.59: Cristiano; 7-0, m.69: Kovacic; 8-0, m.73: Benzema
Árbitro: Daniele Orsato (Italia). Sin amonestados
Incidencias: sexto y último encuentro de la fase de grupos de Liga de Campeones, disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.000 espectadores, 3.500 de ellos seguidores del Malmoe

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