Hay partidos en los que, de salida, las sensaciones te marcan el destino del encuentro. En esta ocasión, el guión inicial se prolongó durante todo el partido. Una película que sólo tuvo un protagonista. La Juventus maniató al Sevilla y minimizó al conjunto de Emery hasta hacerle parecer mediocre, anodino y soso.
Ambos equipos llegaban con tendencias similares. Buen debut en Champions, muy flojos en sus respectivas competiciones domésticas. La Juve, con un ritmo elevadísimo, salió mucho más enchufada. Comandados por Hernanes en la medular y con Cuadrado de cuchillo por banda derecha, el colombiano recordó por momentos al jugador que fue en la Fiorentina, los de Allegri arrollaban a un Sevilla ordenado pero que era incapaz de salir de la cueva. Moviendo el balón de banda a banda, con centros laterales y la movilidad de Dybala y Morata arriba, la Vecchia Signora demostraba sus credenciales.
Tras un inicio arrollador, a la media hora de partido el Sevilla comienza a quitarse de encima la presión de la Juve. Manteniendo un poco más la posesión de balón y adelantado líneas, van ganando los duelos individuales. Parece que llega el momento del conjunto hispalense. Simple espejismo.
En la recta final del primer tiempo, vuelve el rodillo bianconero. El tan ansiado gol llega en una genialidad de Morata. Enorme cabezazo del delantero español tras un gran centro de Barzagli que había recibido un pase filtrado delicatessen de Cuadrado. Se elevó por encima de los dos centrales, gira el cuello como un 9 de quilates, y a la jaula.
En la segunda mitad, y a pesar de los cambios introducidos por Emery, el control del partido siguió en manos de la Juve. El conjunto de Alllegri si que tornó el guión y su estilo de juego. El ritmo alto y la presión adelantada se cambiaron por un fútbol control que anestesió el juego, pero sin renunciar a buscar las espaldas de los laterales y llegando con mucho peligro cada vez que se asomaba al balcón del área sevillista, guiados por las diabluras de un Dybala que volvió locos a los centrales hispalenses con su constante movilidad. Cuando el partido moría, una genial acción de Dybala puso el gol en bandeja al recién entrado Zaza. 2-0 y objetivo cumplido.
Ojo con esta Juventus. ADN Allegri con un equipo rocoso y muy competitivo, que es capaz de hacer daño con y sin balón y a pesar de las bajas importantísimas de Vidal y Tévez y, en menor medida, de Pirlo, los fichajes de Hernanes, Alex Sandro, Khedira, Cuadrado o Dybala, compensan la salida del argentino y el chileno.
A los mandos por un espectacular Cuadrado, con Pogba haciendo labores de intendencia llegando a achicar agua siempre a tiempo, realizando constantes coberturas y una labor de equipo sublime, Hernanes excelso en la construcción y con mucha llegada desde la segunda línea, un sistema defensivo impecable que solo permitió un tiro a puerta del Sevilla en todo el partido, y con Dybala y Morata como dupla ofensiva con mucha movilidad, la Vecchia Signora controló en todo momento el tempo del partido y noqueó a un inofensivo conjunto hispalense que notó las importantes bajas con la que llegaba al Juventus Stadium.
Ficha técnica
Juventus, 2: Buffon; Barzagli, Bonucci, Chiellini; Cuadrado, Hernanes, Khedira (Alex Sandro, m.76), Pogba, Evra; Dybala (Rugani, m.88) y Morata (Zaza, m.80)
Sevilla, 0: Sergio Rico; Coke, Andreolli, Kolodziejczak, Tremoulinas; N'Zonzi (Iborra, m.66), Krychowiak; Reyes (Juan Muñoz, m.79), Krohn-Dehli, Konoplyanka; y Gameiro (Immobile, m.66)
Goles: 1-0, m.41: Morata; 2-0, m.87: Zaza
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó al visitante Coke (m.78)
Incidencias: Partido de la segunda jornada del Grupo D de la Liga de Campeones disputado en el Juventus Stadium ante cerca de 40.000 espectadores