El F.C. Barcelona sigue metiendo presión a los árbitros. Primero, hace escasamente una semana, era el Mundo Deportivo el que llegaba a afirmar que en el vestuario culé daban la liga por perdida por el clima arbitral que los jugadores percibían -con tan sólo dos jornadas disputadas-. Posteriormente el presidente azulgrana, Josep María Bartomeu, realizaba unas declaraciones asegurando que harían todo lo que tuvieran que hacer cuando no les gusten los arbitrajes. Ayer se vivía el último capítulo del acoso y derribo al colegiado, cuando Luis Enrique ironizaba con la caída en el área romana de Luis Suárez: "¿Es noticia que no le piten un penalti al Barça?", se preguntaba el técnico asturiano.
Tres manifestaciones en apenas una semana. Los culés parecen haber iniciado una campaña de presión al estamento arbitral. ¿Repercutirá esto en los arbitrajes futuros del Barcelona?