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Luis Suárez lanza al Barcelona ante el Paris Saint Germain y ya mira a semifinales

El otro tanto azulgrana, el que abrió el marcador, fue obra de Neymar. Mathieu, en propia puerta, puso el tanto local. Ter Stegen salvó al Barça.

Luis Suárez celebra el gol ante el PSG. | EFE

Decía Luis Enrique en la previa que los dos equipos son muy parecidos y que nos divertiríamos viendo el partido. Pero visto el desarrollo del encuentro, las diferencias entre uno y otro son ostensibles. Puede que las bajas influyan, pero los tres de arriba del Barcelona tienen mucha dinamita. Y cuando un goleador como Luis Suárez huele sangre, el destrozo ya está hecho.

Abrió la lata Neymar en una jugada fuera del ADN Barça de tocar y tocar. Robaron en campo contrario y rápidamente Iniesta a Messi, que monta una mini contra. Y solucionado con Neymar. En la segunda parte llegaría el show Suárez. Mathieu, sin quererlo, puso el único tanto para los locales al desviar el disparo de Van der Wiel.

El Barcelona dominó de principio a fin

No hubo miedo ni instantes de tanteo en el partido. El Barcelona quería el balón y el PSG las contras. Se lo regalaba a Iniesta, Messi y compañía. Las ausencias de Verratti, Motta e Ibrahimovic se notaron. Son tres jugadores básicos en el esquema de Blanc. Y si a ellos les unimos la lesión de Thiago Silva, que se tuvo que ir a los 20 minutos, el desaguisado parisino ya era imparable.

Antes, llegó el aviso de Messi, con su habitual disparo con rosca buscando la escuadra. Sólo que el palo evitó en esta ocasión que el argentino anotara el primero.

Sí lo hizo Neymar, que marcó el primero en esa especie de contra en tres cuartos que arranca Messi y abre para el brasileño. Éste, especialista en cerrar con el interior, volvió a hacer gala de su clase, aprovechando el error de un Maxwell que se quedó colgado en el fuera de juego. El primero al zurrón. Con ese resultado ya valía. Lo que tocaba era pensar en no recibir goles y en aguantar el balón.

Para eso, el Barcelona tiene dos armas: Mascherano e Iniesta. No se fueron lesionados tras sendos choques. Pero el manchego volvió a recibir otro de Pastore, involuntario, y ya no pudo seguir. Fue el momento del otro dueño del balón, Xavi, que dejó para los minutos finales su recital.

Luis Suárez en estado puro

Porque antes tocaba ver a un goleador en estado puro. Se sacó dos goles de la chistera, como los mejores magos. Los dos dejando en evidencia a David Luiz, que entró por Thiago Silva. Tenía para cuatro semanas el ex del Chelsea, pero tuvo que jugar setenta minutos a los diez días de lesionarse. Y eso no podía ser bueno. Se notó en su rendimiento.

Primero se sacó una jugada de la banda derecha, a lo Messi. Caño a David Luiz, pisa área y recorte a Marquinhos. Y cuando llega Maxwell por detrás, aguanta la embestida para batir a Sirigu. El segundo gol, la guinda. Semifinales llamando a la puerta.

Pero tuvo para más el uruguayo. Es un goleador nato y sólo piensa en la portería contraria. Y no de cualquiera forma, sino que si puede ser poniendo el balón en la escuadra como en el tercer tanto, mejor. Y así lo hizo con otra exhibición de delantero. Recibe de espaldas, la deja de cara de primeras para Mascherano -que ya estaba en el doble pivote con Busquets, dejando su hueco en el centro a Mathieu. Luis Enrique no quería repetir lo de Sevilla y se protegió- y otro caño, éste de frente, a David Luiz. Solo ante Sirigu, Luis Suárez, el depredador del área, puso el balón en la escuadra, definiendo como pocos.

Mathieu, en propia puerta, y Ter Stegen salvando

Ahí se podía haber acabado la eliminatoria. Incluso parecía que el Barcelona podía dejar prácticamente noqueado a su rival anotando un cuarto gol. Pero no fue así y en una jugada aislada, Van der Wiel recoge un rechace y le pega de volea, con la mala fortuna de que Mathieu despeja blando y se la introduce en su portería despistando a Ter Stegen.

Porque lo del alemán es otra cosa. Se fía mucho de su capacidad de jugar con el pie. Pero eso ya le ha jugado alguna que otra mala pasada. Como en la primera parte, que pudo haber puesto en problemas a su equipo por un exceso de confianza. Pero luego es solvente con las manos. Le sacó una Pastore desviando el disparo con un bote justo delante; y sacó una parada sensacional a Cavani, que se marcó un voleón estratosférico en su área, pero evitó el gol, con la defensa por delante que apenas le dejaba ver. Con esas garantías en las dos áreas, la del portero y la del delantero, el Barcelona ya mira a semifinales. En el Parque de los Príncipes demostró que aspira al trono.

- Ficha técnica:

París Saint-Germain, 1: Sirigu; Van der Wiel, Marquinhos, Thiago Silva (David Luiz, m.21), Maxwell; Rabiot (Lucas, m.66), Cabaye, Matuidi; Lavezzi, Cavani, Pastore
Barcelona, 3: Ter Stegen; Montoya (Adriano, m. 80), Piqué, Mascherano, Jordi Alba; Rakitic (Mathieu, m.74), Busquets, Iniesta (Xavi, m.53); Messi, Suárez, Neymar

Goles: 0-1, m.18: Neymar; 0-2, m.67: Suárez; 0-3, m.79: Suárez; 1-3, m.82: Mathieu en propia meta.
Árbitro: Mark Clattenburg (ING), amonestó a Cabaye, Piqué y Messi
Incidencias: Encuentro de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones disputado en el Parque de los Príncipes de París ante unos 45.000 espectadores, unos 2.000 de ellos procedentes del Barcelona.

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