Cuando el Atlético de Madrid perdió el primer partido de la fase de grupos, pocos pensaban en defender la primera plaza con la ventaja de incluso perder por un gol en la última visita a Turín. Aún así, el equipo de Simeone ha demostrado una fe superior a la media y, partido a partido, ha cerrado su participación en el grupo A como líder indiscutible. Trece puntos: cuatro victorias, un empate y una derrota. La exhibición defensiva ante la Juventus fue la última prueba para sellar el liderato antes de pensar en octavos de final.
Intenso, sin descanso, con batallas en cada jugada y con máxima igualdad. Digno de una final fue el comienzo del partido entre dos campeones nacionales, la Juventus y el Atlético de Madrid. En la segunda mitad, los miedos fueron protagonistas, pero el arranque no fue conservador. Nadie daba un balón por perdido y muy pronto se vieron las intenciones de ambos equipos. El conjunto local, liderado por un majestuoso Pirlo, tuvo más el balón, dominó los tiempos y asedió a su rival. El Atlético hizo lo que mejor sabe hacer en este tipo de partidos: portería a cero, máxima concentración y frontón a la espera de una contra o de una jugada a balón parado.
La Juventus fue el equipo que más se acercó al área rival, pero el Atlético tuvo en sus botas el 0-1 en los minutos iniciales. Los rojiblancos nunca renuncian al ataque y son expertos en esperar su momento. Buffon se convirtió en un gigante para evitar el gol de un Koke que comprobó en sus propias carnes que el portero que tenía delante no forma parte de la historia por hechos puntuales.
Con una poderosa resistencia aérea, el Atlético aguantó todos los envites del campeón italiano en la primera mitad con Godín, Giménez, Mandzukic... Cualquier jugada a balón parado era despejada por la defensa del Cholo. En el área de Buffon, misma situación. A falta de creación, los rojiblancos esperaron a los minutos finales para volver a poner en aprietos a su rival aunque sin suerte. Al descanso se llegó con todo por decidir y con Vidal en el campo. El colegiado le perdonó la segunda amarilla en una contra rojiblanca.
En la reanudación, mismo guión, mismas sensaciones. Empujaba la Juventus en busca del primer tanto para después iniciar el asalto del segundo en caso de tener esa oportunidad, pero el muro rojiblanco lo aguantó todo. Estuvo perfecto en los balones aéreos y con Pirlo como ejecutor de las jugadas a balón parado, el mérito de la pareja de centrales, Godín-Giménez, es aún más destacable.
Sin opciones de asustar a los locales y con pocas ocasiones de salir a la contra debido al desgaste, el Atlético se mantuvo firme atrás. Sólo un balón al palo tras un córner y la magia de Arda inquietaron a Buffon. El carrusel de noticias que llegaban desde Atenas también generaron temor en la Juventus, que con el paso de los minutos decidió bajar la velocidad. Seguía atacando aunque sin tantas prisas como anteriormente. Siempre que el Olympiacos marcaba ante el Malmo, el Juventus Stadium generaba más y más murmullos. Lo mismo ocurría con los goles suecos, pero con menos intensidad.
En ciertos momentos, un gol del Atlético de Madrid podía haber eliminado a la Juventus y los dos conjuntos eran conscientes de ello. Aún así, los rojiblancos fueron buenos visitantes y apenas arriesgaron en busca del 0-1. Mientras tanto, los italianos seguían chocando contra la defensa madrileña y contra Moyá, que no ha recibido ni un sólo gol en los cinco partidos que ha jugado en la fase de grupos.
La recta final del encuentro no tuvo mayor historia que dos equipos centrados en mantener un empate que les valía para cumplir sus objetivos. No hubo ni un sólo cambio en ambos contendientes demostrando que Juventus y Atlético no querían frescura, sólo que acabara el partido. Punto y final a la fase de grupos con un Atlético de Madrid que repitió primer puesto como el año pasado.
FICHA TÉCNICA
0 - Juventus: Buffon; Lichtsteiner, Bonucci, Chiellini, Evra; Pogba, Pirlo, Vidal; Pereyra; Tévez y Llorente.
0 - Atlético de Madrid: Moyá; Juanfran, Giménez, Godín, Siqueira; Arda, Mario, Gabi, Koke; Raúl García y Mandzukic.
Árbitro: William Collum (Escocia). Amonestó al local Vidal (m. 22) y a los visitantes Mario Suárez (m. 26) y Siqueira (m. 38).
Incidencias: partido correspondiente a la última jornada del grupo A de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Juventus ante unos 45.000 espectadores.