El entrenador del Barcelona, Luis Enrique Martínez, tiene que afrontar la primera crisis de su equipo, después de caer (3-2) ante el PSG en la Liga de Campeones.
Castigado por los errores defensivos y las dificultades en los balones parados, el conjunto azulgrana cayó ante los franceses y despertó las primeras críticas de una temporada que, hasta ahora, había ido sobre ruedas.
"Hemos ido a remolque en el resultado y no hemos encontrado posibilidades de hacer daño salvo en los últimos 25 minutos, cuando podríamos haber empatado. No habría pasado nada, pero no digo que el resultado sea injusto", afirmó el asturiano después del choque.
El técnico reconoció que su equipo cometió "errores en la salida del balón" ante un rival "del mismo nivel" que el Barça. "Hemos cometido errores en la salida del balón, muy claros. Eso ha propiciado jugadas a balón parado, donde este equipo es muy fuerte. Cuando vas por debajo, cuesta mucho volver a meterte en el partido", comentó.
"Nos hemos enfrentado a un rival del mismo nivel que el nuestro, que son capaces de superar la presión cuando no es como la esperábamos. La responsabilidad es mía. A los jugadores les he visto con una actitud buena", aseguró.