Se mira el físico de la plantilla, la motivación de los jugadores, el estado del césped, el apoyo de la afición, las estadísticas y los antecedentes, pero, ante una cita deportiva de estas características, los clubes sacan su lado más supersticioso. El Atlético y el Real Madrid echan mano a los momentos triunfantes del pasado y repetirán cada detalle. Ambos conjuntos han convertido una concentración, un viaje y hasta un horario en un auténtico ritual.
El Real Madrid sale este jueves desde el aeropuerto de Barajas con destino Lisboa a las 19:00 horas. Cuando suban la escalinata del avión, muchos recordaran la gloria de conquistar el infierno de Múnich y batir a lo grande al equipo de Guardiola en semifinales. Y es que, según apunta el diario As, el club blanco ha pedido a Iberia que la misma tripulación de aquel vuelo les acompañe a la capital lusa -el mismo comandante, piloto y los mismos cuatro auxiliares de vuelo-.
"Es un honor para Iberia, para mí y para la tripulación llevar al Real Madrid a un partido tan importante como es la final de la Champions", ha señalado a EFE Juan Manuel Boned, el comandante. "Vamos a tener que pensar que somos un talismán, fuimos con ellos a Múnich y arrasaron", ha añadido.
El club ha desmentido este extremo y abre la posibilidad de que haya sido la tripulación la que haya pedido repetir viaje con el equipo blanco y no al revés.
Pero este desplazamiento tiene más coincidencias. El equipo de Ancelotti viaja a la sede de la final dos días antes del partido, al igual que en otras ocasiones, para tratar que los futbolistas se aclimaten con suficiente antelación. Sin embargo, sólo entrenará en Lisboa un día, no dos. Lo hará en la previa, tal y como obliga la UEFA, justo como hicieron al ganar la Séptima, la Octava y la Novena.
El capitán de la Novena
Además, los blancos quieren una expedición de energía ganadora. Viaja el equipo completo, incluido el lesionado Jesé y el sancionado Xabi Alonso, e incluyen al mítico capitán: Raúl González Blanco. El actual futbolista del Al-Saad de Qatar formará parte de la expedición oficial.
El Atlético de Madrid, por su parte, encuentra el equilibrio en la localidad segoviana de Los Ángeles de San Rafael, a 80 kilómetros de Madrid. Se trata de un ritual que siguió Simeone cuando era jugador, a las órdenes de Radomir Antic, y que desde que se sentó en el banquillo rojiblanco le gusta repetir en ocasiones especiales. Así lo hizo la temporada pasada en los días previos a final de Copa del Rey, que venció al Real Madrid.