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Día para los medios en el Real Madrid: la fortaleza de la tranquilidad

El Open Media Day ha permitido a más de 300 periodistas de medio centenar de países disfrutar de una jornada informativa como las de antaño.

Observar y analizar un entrenamiento del Real Madrid, poder hablar con sus jugadores y estar en la rueda de prensa del entrenador son tres placeres para un periodista deportivo. Disfrutar de los tres en un mismo día, sólo puede ocurrir en el Open Media Day, la jornada de puertas abiertas a la prensa. Y a tan sólo cuatro días de la final de la Champions.

Cuentan los periodistas veteranos que Valdebebas se ha convertido en una fortaleza, una especie de castillo inexpugnable para los que se dedican a la información del Real Madrid. Pero esta vez no ha sido así. Al menos por un día. La jornada de puertas abiertas ha permitido que más de 300 profesionales de más de medio centenar de países pudieran disfrutar de una jornada como las de antaño. Y a tan sólo cuatro días de un partido único: la final de la Champions en Lisboa entre Real Madrid y Atlético de Madrid.

Pese a la exigencia, obligación y presión que los jugadores y el entrenador del Madrid tienen de cara al partido del sábado, el entusiasmo, la relajación y el optimismo son quizá las tres palabras que mejor definen el ambiente que se respira en un equipo que desde hace semanas ha expulsado del vestuario una cuarta palabra: obsesión. Carlo Ancelotti es un hombre tranquilo. Cree que la clave para ganar la final está en el optimismo. Se nota en cada rueda de prensa, donde se muestra como un tipo entusiasta. Y también en cada entrenamiento, donde la relajación y las bromas son imprescindibles, y más a tan sólo cuatro días del partido más importante para el Real Madrid en los últimos años.

El técnico italiano sabe lo que más le gusta a sus jugadores: la competición. Cada ejercicio lo es. Rondos donde cada toque importa para ganar al rival (quizá sea un ensayo ante la presión asfixiante del Atlético); carreras donde sólo un equipo es el ganador, o en ejercicios de ataque y defensa donde se practican las jugadas por banda. Por eso la plantilla bromea, se ríe y, en definitiva, se divierte. Ése es el secreto de Ancelotti. La alegría como remedio a la tensión de la final.

Hoy no ha podido divertirse con ellos Cristiano Ronaldo. El luso miraba desde una cierta lejanía cómo sus compañeros se divertían. A él hoy le tocaba ser prudente. Aparecía a mitad del entrenamiento para hacer ejercicios específicos. Estará en la final después de haberse reservado en los últimos partidos. Por eso se molestaba cuando le preguntaban si había forzado. "Dime cuándo he forzado", replicaba enfadado. "Es un efecto psicológico, un pequeño dolor y piensas que puede ir a más. Me sentí con poca confianza y, cuando tienes dudas, es mejor salir", explicaba Ronaldo.

El portugués estará de inicio ante el Atlético de Madrid. Distintos son los casos de Pepe y Benzema, que son duda. "No soy optimista ni pesimista, sino realista. En este momento está claro que no podrían jugar, pero tomaremos la decisión en el último momento", explicaba Ancelotti. Si no se recuperan, Varane e Isco tendrían su hueco en el once. Lo que sí cambiaría sería el esquema. Previsiblemente un 4-4-2, con Bale y Ronaldo en punta.

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