Partido feo y trabado, sin fútbol ni ocasiones claras, el que Atlético de Madrid y Chelsea han disputado esta noche en el Vicente Calderón (0-0), en la ida de semifinales de la Champions. El conjunto londinense logró el objetivo de no encajar ningún gol -tesitura ésta en la que Mourinho se maneja como pez en el agua- ante un rival que, pese a su clara superioridad en la posesión, no vio la manera de derribar el autobús visitante.
Así, todo queda pendiente del encuentro de vuelta en Stamford Bridge, en el que serán baja Gabi, Lampard y Obi Mikel por sanción. Tampoco podrán estar Petr Cech, que se lesionó al cuarto de hora de partido -luxación en un hombro-, ni John Terry.
Fue lo más destacado de un encuentro demasiado táctico y demasiado cerrado, en el que el Chelsea, encerrado atrás y que apenas salía de su área, renunció descaradamente al balón con la intención de no arriesgar y, si sonara la flauta, tratar de sorprender al contragolpe. Enfrente, Diego Simeone sorprendió dando entrada en el once a Diego Ribas y Mario Suárez.
Pero la noche tenía de antemano dos claros protagonistas sobre el terreno de juego: Thibaut Courtois, por medirse al club al que pertenece, y Fernando Torres, por regresar a casa. Por fin, después de varias intentonas sin éxito, el Niño pudo enfrentarse en el Vicente Calderón al Atlético de Madrid, el club de su vida.
Prácticamente desde el pitido inicial se vio lo que iba a ocurrir a lo largo de los 90 minutos: ritmo lento y constantes interrupciones, lo que enredó a este Atlético del Cholo, que es todo raza y corazón. Y el primer contratiempo no tardó en llegar: al cuarto de hora, Cech se lesionó tras un saque de esquina al caer sobre Raúl García cuando trataba de despejar el balón. El checo no pudo continuar y en su lugar entró otro portero aún más veterano como es el australiano Mark Schwarzer, de 41 años.
El conjunto colchonero no estaba cómodo. No veía espacios ni encontraba jamás a Diego Costa, siempre atado de pies y manos por la férrea defensa inglesa. El Chelsea, por su parte, sólo llegó a inquietar la portería de Courtois con un remate de cabeza de Cahill, a la salida de un córner, que salió ligeramente desviado. Fue sin duda lo más peligroso que ofreció el equipo de Mourinho en toda la noche.
Al descanso se llegó con la sensación de que tampoco iba a mejorar la cosa tras el paso por vestuarios. Y, efectivamente, así fue. Salvo un par de disparos lejanos, uno de Mario Suárez y otro de Diego Ribas, los colchoneros tampoco se acercaban a la portería de Schwarzer. En el otro bando, Torres era una isla arriba. Lo intentó el Niño por su cuenta, pero no le salió nada. Si la defensa del Chelsea -con Willian y Obi Mikel incrustados en los laterales- fue una roca, la del Atlético tampoco le iba a la zaga.
Simeone trató de romper la tela de araña con la entrada en el campo de Arda Turan y José Sosa, pero el equipo blue no se inmutó y siguió a lo suyo. En esas llegó la lesión de John Terry, que se torció el tobillo en un saque de esquina, y tuvo que dejar su puesto a André Schürrle. Al Atlético se le acababa la gasolina y, con ello, la fe. Un lanzamiento de falta despejado por Schwarzer, tres cabezazos muy forzados de Raúl García y otro de Arda Turan, fueron los últimos recursos, tímidos, de un equipo que al final acabaría estrellándose en el autobús de Mourinho.
Queda la vuelta en Londres y, aunque los colchoneros no han encajado ningún gol en casa, el resultado tampoco es para tirar cohetes. Pero ya se sabe que con este Atlético todo es posible...
Ficha técnica
Atlético de Madrid, 0: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Gabi, Mario Suárez (Sosa, m.79); Raúl García (Villa, m.86), Diego Ribas (Arda Turan, m.60), Koke; y Diego Costa
Chelsea, 0: Cech (Schwarzer, m.18); Azpilicueta, Cahill, Terry (Schurrle, m. 73), Ashley Cole; Mikel; Ramires, David Luiz, Lampard, Willian (Demba Ba, m. 90); y Fernando Torres
Árbitro: Jonas Eriksson (Suecia). Amonestó a Lampard (m.64) y Obi Mikel (m.75), del Chelsea; y a Gabi (m.75) y Miranda (m.89), del Atlético de Madrid
Incidencias: Partido de ida de semifinales de la Liga de Campeones disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 54.000 espectadores. Lleno. Los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Leticia, presidieron el palco de honor, al que también asistieron Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid; Ana Botella, alcaldesa de la capital; Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte; Vicente del Bosque, seleccionador español de fútbol, y el colombiano Radamel Falcao, delantero del Mónaco