Sería absurdo ocultar a estas alturas todas las diferencias que José Mourinho y Sergio Ramos han mantenido en el Real Madrid durante estas tres últimas temporadas. Así, el defensa tiró un penalti por su cuenta en un partido de Champions, para malestar del entrenador portugués; mantuvo un cruce de declaraciones con el técnico tras la derrota en el Sánchez Pizjuán y, durante un partido ante el Deportivo, vistió la camiseta de Mesut Özil debajo de la suya, en lo que fue entendido como un desafío a Mourinho por haber cambiado al alemán en el descanso.
Varios desencuentros entre entrenador y jugador que ahora parecen haber pasado a mejor vida con el emotivo abrazo que ambos han protagonizado este jueves en Valdebebas, un día y medio después de la eliminación de los blancos en la Champions a manos del Borussia Dortmund.
Según relatan varios medios, fue el propio Mou quien buscó a Ramos sobre el césped para abrazarse con él y dejar una de las imágenes de la jornada.
Cabe recordar que el segundo capitán fue uno de los jugadores más destacados en el intento de remontada ante el Dortmund. El abrazo tiene varias lecturas –entre ellas la del posible adiós del técnico al Real Madrid, especialmente tras las palabras que pronunció el martes en la sala de prensa del Bernabéu–, pero lo que parece claro es que, más que un gesto de cara a la galería, se trata de una sincera muestra de afecto mutuo.