En el Barcelona están en vilo por si Leo Messi llegará a tiempo para jugar el miércoles ante el París Saint-Germain en el Camp Nou, en la vuelta de cuartos de final de la Champions. Para los azulgranas es uno de los partidos clave de la temporada y el argentino no quiere perdérselo, pese a que aún no está totalmente recuperado de la lesión que se produjo en el partido de ida, disputado la semana pasada en el Parque de los Príncipes (2-2).
Messi, que se lesionó en el bíceps femoral de la pierna derecha antes del descanso y tuvo que dejar su puesto a Cesc Fábregas en la segunda parte, sigue haciendo trabajo de fisioterapia y recuperación.
Será él quien decida si juega o no el miércoles ante el PSG, aunque de momento los médicos desaconsejan la participación del argentino, que lógicamente no figuró en la lista de convocados para el partido que los culés ganaron al Mallorca el pasado sábado en el Camp Nou (5-0).
Y es que, a falta de 48 horas para el encuentro ante el PSG, parece improbable que Messi pueda estar en el once. Así, una de las opciones es que Tito Vilanova lo incluya en la convocatoria y le deje de inicio en el banquillo. Sólo lo sacaría al campo en función del resultado.