La prensa británica clama contra la expulsión de Nani, el jugador del Manchester United al que el árbitro turco Cuneyt Çakir mostró la tarjeta roja directa en el partido contra el Real Madrid por una entrada a Álvaro Arbeloa.
Según el tabloide The Sun, la expulsión del portugués "destrozó" a los red devils y el jugador no fue con la "intención" de hacer daño y en todo caso debió ver la amarilla. "La intención es discutible", afirma The Guardian, que al igual que otros diarios británicos se basa en este argumento para deslegitimar la actuación de Çakir, según las normas recogidas en el reglamento.
"Para estar seguro de que se trataba de una tarjeta roja, el jugador debía haber puesto en peligro deliberadamente a su oponente", esgrime The Independent. Algo que no se produjo pues, según The Times, "no había malicia y los ojos de Nani estaban claramente en el balón que intentaba conseguir".
Las palabras del entrenador del Real Madrid, José Mourinho, que tras el choque también manifestó dudas sobre la actuación de Çakir, son para la prensa británica un bálsamo que hace aún más evidente la "desastrosa" actuación arbitral. "Un agente de seguros de 36 años de Estambul ha sacado a golpes al United de Europa", lamenta el diario The Daily Telegraph, que dedica a Çakir un amplio espacio de opinión sobre su "disparate".
"Los jugadores del United se sienten víctimas de un gran robo. Es imposible no simpatizar con ellos", asegura este periódico, que considera que "maravillosos encuentros como éste no deberían decidirse por la incompetencia de un árbitro".
La expulsión de Nani al comienzo de la segunda parte supuso un "desastre" para el equipo inglés que hasta ese momento dominaba el partido y disfrutaba de una cómoda ventaja gracias al gol en propia puerta de Sergio Ramos. "El Madrid estaba siendo golpeado con su propio juego. Ferguson estaba ganando la batalla técnica contra Mourinho", afirma el Telegraph, mientras The Guardian asegura que los blancos "estaban cómodamente contenidos hasta que se produjo la expulsión".
El enfado del técnico escocés es la imagen que todos los medios británicos escogen para ilustrar la frustración de los diablos rojos, uno de los pocos momentos de ira que Ferguson ha exhibido en su dilatadísima experiencia en el banquillo del United, por lo que incluso decidió no atender a la prensa. "En sus 26 años en el club, nunca antes había delegado en un miembro de su equipo para afrontar a los medios en estas circunstancias, pero el entrenador no podía acudir a la rueda de prensa posterior al partido", subraya The Guardian.