Un Madrid fundido se complica la vida ante el United
Los blancos fueron mejores, pero les faltó frescura a la hora de la verdad. El resultado deja todo en el aire para la vuelta, el 5 de marzo.
Un Real Madrid-Manchester no es cualquier cosa. Dos colosos del fútbol mundial, de nuevo frente a frente diez años después. La última vez que se habían visto las caras fue en la temporada 2002/03, en una eliminatoria de cuartos de final resuelta a favor de los blancos gracias básicamente a un hat-trick de Ronaldo –el gordito– en Old Trafford. La de este año, en octavos de final, promete emociones muy fuertes. Y el primer capítulo así lo ha corroborado.
Combate nulo en este encuentro de ida, aunque el resultado (1-1) favorece a los diablos rojos, que llegaban a la capital de España con una importante inyección de moral tras haber dado un golpe sobre la mesa el pasado fin de semana en la Premier League. El Madrid, por su parte, no anda precisamente como para tirar cohetes en la competición doméstica, pero la Champions es otra cosa. Es el clavo ardiendo, junto con la Copa del Rey, al que se agarran José Mourinho y sus hombres para salvar una temporada que de momento les está resultando aciaga.
El estadio Santiago Bernabéu ha vuelto a lucir sus mejores galas para la vuelta de la Champions, con un lleno hasta la bandera. De entre los 82.000 aficionados que abarrotaron las gradas, unos 4.500 eran animosos seguidores ingleses. Sobre el verde, Mourinho y Alex Ferguson pusieron a sus mejores hombres: el portugués apostó por Varane en lugar del renqueante Pepe, que no ha llegado al cien por cien a la cita, mientras que el escocés sorprendió dando entrada al talentoso Kagawa, así como a Welbeck y Phil Jones, y dejando en el banquillo a Antonio Valencia.
El Madrid salió como un tiro, buscando la velocidad de Cristiano Ronaldo y Di María, aunque fue Coentrao quien tuvo la primera ocasión clara con un tiro que se estrelló en el palo después de que De Gea tocara lo justo. Fue la primera gran intervención del portero español, que a la postre acabó resultando decisivo en el resultado. Los blancos se mostraban superiores pero no supieron rematar la faena ante un rival que aprovechó su primera oportunidad para adelantarse en el marcador. Fue a los 19 minutos, cuando un saque de esquina a cargo de Rooney lo cabeceó perfectamente Welbeck, que le ganó la partida en el salto a Sergio Ramos, para sorprender a Diego López.
No se descompuso el Madrid, que fue a por un empate que acabaría logrando diez minutos después por medio de Cristiano Ronaldo. El portugués se elevó por encima de Evra para cabecear un preciso centro de Di María y batir a De Gea en su estirada. Un bellísimo tanto que CR7 no quiso celebrar por su pasado en el United, equipo donde jugó durante seis temporadas antes de vestir de blanco en verano de 2009 y con el que había ganado la Champions y el Balón de Oro un año antes.
A la chita callando, entre Kagawa, Van Persie y Welbeck llevaban mucha zozobra a la defensa blanca, como el internacional inglés volvió a demostrar superada la media hora con una peligrosa llegada, ante la salida de Diego López y tras centro de Robin desde la izquierda, que rozó el disgusto de la parroquia blanca.
El Madrid no se descompuso y siguió a lo suyo, teniendo la pelota y acercándose a la portería de De Gea. En los últimos minutos de la primera parte se entonó Özil, hasta entonces bastante gris en la construcción del juego madridista, y buscó las cosquillas a un Rafael que se vio desbordado ante tanto trabajo. Antes del descanso la tuvieron Cristiano y Benzema –éste después de un magnífico pase en largo de 50 metros–, pero no supieron batir a De Gea y con el 1-1 se llegaba al final de la primera parte.
Bajón del Madrid tras el descanso
Lejos de servir de acicate, el paso por vestuarios no espoleó a un Madrid que puso de manifiesto los mismos pecados que viene cometiendo esta temporada: un juego plano, sin profundidad ni velocidad, con el que sorprender al rival. Y si éste es el Manchester United, la misión se vuelve más ardua todavía. Los ingleses salieron mejor plantados en la segunda parte y se encargaron de secar a los blancos, aguardando su oportunidad al contragolpe.
La pelota era del Madrid, pero ya no había la frescura y la chispa del primer acto. Es más, a muchos de los futbolistas se les veía muertos sobre el terreno de juego. Fueron un quiero y no puedo ante su parapetado adversario. Tan sólo Di María, con su desborde, se encargaba de darle algo de vidilla al plano juego blanco, aunque él solo no pudo tirar del carro. Mientras Benzema, Özil y Xabi Alonso daban evidentes muestras de cansancio, a Sami Khedira se le veía como un toro. El mediocentro alemán puede acabar resultando aún más decisivo en los esquemas madridistas en este importante tramo de la temporada.
De Gea volvió a hacer de las suyas a la hora de partido, salvando un tanto que parecía cantado. Khedira sirvió un gran centro desde la derecha hacia el segundo palo, donde apareció Coentrao para rematar en boca de gol. Pero apareció entonces el meta madrileño de los diablos rojos con una parada imposible. La réplica inglesa la puso Van Persie por partida doble –siempre muy peligroso el holandés, que por algo es el máximo realizador de la Premier League–, aunque primero se encontró con la certera intervención de Diego López, que tocó lo justo para que la pelota acabara estrellándose en el larguero, e instantes después remató muy mordido en el área pequeña, aunque Xabi se encargó de salvar los muebles casi en la misma raya de gol.
Los blancos, con casi veinte minutos por delante –para entonces ya estaban Higuaín y Modric en el campo–, se levantaron de la lona y fueron a por el tanto que les pusiera en ventaja en la eliminatoria. Pero las fuerzas estaban cada vez más justas y, en vez del 2-1, lo que pudo llegar fue el 1-2, ya en el tiempo de descuento. Van Persie encontró una autopista por la banda izquierda y sacó un remate cruzado que Diego López salvó con una buena parada, evitando lo que pudo haber sido casi una tragedia.
Fue la última acción de un partido vibrante pero que el Madrid no ha podido sacar adelante, complicándose la vida para el choque de vuelta, el 5 de marzo en Old Trafford. Allí, en el mismo Teatro de los Sueños donde Raúl, Redondo y Ronaldo dejaron su sello en dos mágicas noches para el madridismo ante los red devils. Ahora, con Mourinho en el banquillo, los blancos esperan volver a repetir las gestas de antaño para regresar a la ronda de los ocho mejores otro año más y, por tanto, mantener vivo el sueño de la Décima.
Ficha técnica
Real Madrid, 1: Diego López; Arbeloa, Sergio Ramos, Varane, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso (Pepe, m.83); Di María (Modric, m.74), Özil, Cristiano Ronaldo; y Benzema (Higuaín, m.59)
Manchester United, 1: De Gea; Rafael, Ferdinand, Evans, Evra; Carrick, Phil Jones; Welbeck (Valencia, m.73), Kagawa (Giggs, m.63); Rooney (Anderson, m.84) y Van Persie
Goles: 0-1, m.19: Welbeck; 1-1, m.29: Cristiano Ronaldo
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Van Persie (m.4), Rafael (m.39) y Valencia (m.87), del Manchester United
Incidencias: Partido de ida de octavos de final de Liga de Campeones disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 82.000 espectadores en las gradas, entre ellos unos 4.500 seguidores ingleses
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