El París Saint-Germain es un equipo con hechuras de campeón. Sólido, bien ordenado, el conjunto de Carlo Ancelotti no se distingue por la posesión de la pelota. Pero no le importa porque, con la gente que tiene arriba -Ibrahimovic, Lavezzi, Pastore, Lucas Moura...- te puede matar a la contra. Y no necesita demasiado para conseguirlo.
El conjunto parisino, líder de la Liga francesa, ha vuelto a hacer gala de sus poderosas armas en Mestalla, donde ha logrado una victoria ante el Valencia (1-2) que lo sitúa con un pie en cuartos de final de la Champions. Fue superior a un equipo, el de Ernesto Valverde, que llegaba a la cita en su mejor momento de la temporada, pero se complicó la vida al final al encajar un postrero tanto de Adil Rami, actor inesperado, y con la expulsión por agresión de Ibrahimovic. Además del sueco, Marco Verratti también se perderá el choque de vuelta, el 6 de marzo en el Parque de los Príncipes, por acumulación de amonestaciones.
El gol de Rami fue lo mejor para un Valencia que, pese a tener la pelota, sucumbió ante la enorme pegada del multimillonario club francés, el nuevo rico del fútbol europeo. Después de verse con la soga al cuello en la primera parte, los levantinos, lentos en el manejo de la pelota, mejoraron tras el paso por vestuarios con la entrada de Sergio Canales y lograron el premio del gol. El tanto de Rami da una cierta inyección de moral, aunque el 1-2 es un resultado cuanto menos preocupante.
Enseguida se vio sobre el tapete el orden instaurado por Carlo Ancelotti, que le ganó la batalla táctica a Valverde. En esas lides se fajaron el mencionado Verratti y Matuidi, que trabajó a destajo para frenar el juego local. Pronto también llegó el primer gol de la noche. Sólo un minuto después de un claro aviso de Lucas Moura, debutante en la Champions, al estrellar un balón en el palo. Un tanto con firma argentina: Pastore buscó a Lavezzi, que se marchó de Ricardo Costa por velocidad y batió a Guaita con un trallazo. Se escuchaba el primer runrún en las gradas de Mestalla, donde el bello Beckham, fichaje del PSG en el mercado de invierno pero que se ha quedado fuera de la lista por su bajo estado de forma, era el gran foco de atención.
Porque lo que nadie quería era encajar un gol en casa. Trató de despertar el Valencia, pero su principal pecado fue la falta de velocidad en la circulación del balón, con lo que el PSG se sentía cómodo pertrechado atrás. Entre el tosco Sakho y el veterano Alex se encargaron de conjurar cualquier conato de amenaza valencianista, casi siempre por el centro.
Los franceses, por contra, no necesitaban demasiado para inquietar la portería local. La sola presencia de Ibra amedrentaba a la defensa, aunque era Lavezzi el que más se dejaba ver en el ataque galo. Y llegó lo peor. En el minuto 43, para más inri, en uno de esos momentos psicológicos. Lucas Moura, que tiene una pinta fantástica, hizo de las suyas por la derecha y puso un centro raso al corazón del área, donde apareció Pastore para fusilar a un Guaita que pudo hacer más. Con el 0-2 se llegaba al descanso.
El Valencia mejora con Canales
Movió ficha Valverde tras el paso por vestuarios, dando entrada a Canales y Valdez por unos perdidos Banega y Jonas, y el equipo cambió la cara. El exmadridista se ofreció en el medio campo, echándose el equipo a la espalda y, sobre todo, aportando más velocidad al juego valencianista. En apenas diez minutos ya daban más sensación de peligro los de Valverde que en los 45 anteriores.
Y el PSG, mientras tanto, seguía a lo suyo, imponiendo su orden atrás para frenar cualquier embestida local. De hecho, los de Ancelotti dispusieron de tres claras ocasiones seguidas en apenas cinco minutos, pero ni Lavezzi ni Ibra pudieron con un Guaita al que, esta vez sí, le sonrió la fortuna al encontrarse más de un balón cuando el 0-3 amenazaba con subir al marcador.
Valdez pudo haber acortado distancias poco después, pero quienes aparecieron, ya en los estertores del partido, fueron Tino Costa y Rami para protagonizar la jugada del tanto que da un halo de esperanza al valencianismo. El argentino, que tiene un guante en la bota, lanzó una falta con mucha calidad y el central francés, ganándole la partida a Jallet y Sakho, remató en boca de gol para batir a Sirigu.
Parecía que estaba todo el pescado vendido en Mestalla hasta que apareció Ibrahimovic en la última jugada del partido para autoexpulsarse, agrediendo sin ton ni son a Guardado. El sueco, un Jekyll&Hyde del fútbol, capaz de lo mejor y lo peor, mostró esta vez su cara oscura a la hora de la verdad para borrarse del choque de vuelta en el Parque de los Príncipes y tal vez de algún partido más. Será sin duda una baja notable para un PSG que lo tiene todo de cara para regresar a la ronda de los ocho mejores de Europa 18 años después.
Ficha técnica
Valencia, 1: Guaita; Joao Pereira, Rami, Ricardo Costa, Guardado; Parejo, Tino Costa, Banega (Canales, m.46); Feghouli (Viera, m.83), Jonas (Nelson Valdez, m.46) y Soldado.
París Saint-Germain, 2: Sirigu; Jallet, Alex, Sakho, Maxwell; Matuidi, Verratti, Lucas Moura (Chantome, m.53), Pastore (Armand, m.88); Lavezzi (Ménez, m.76) e Ibrahimovic
Goles: 0-1, m.10: Lavezzi; 0-2, m.43: Pastore; 1-2, m.89: Rami
Árbitro: Paolo Tagliavento (Italia). Mostró tarjeta amarilla a Joao Pereira (m.32) y Verratti (m.32). Además, expulsó a Ibrahimovic con roja directa (m.91)
Incidencias: Partido de ida de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Mestalla ante unos 44.000 aficionados