El Real Madrid no puede lamentar el rival que le ha tocado en octavos de final de la Champions. Y es que a pesar de que el United no es precisamente ningún regalo, tampoco es el más complicado que le podía tocar. Es lo que tiene ser segundo de grupo...
El cuadro de Alex Ferguson ya cayó eliminado el año pasado en la fase de grupos, y no parece que este curso el equipo haya mejorado ostensiblemente. Eso no quiere decir que sea un rival asequible, ni mucho menos. No en vano, es el líder de la Premier League, y recientemente superó al Manchester City en su estadio (2-3), lo que sin duda da una idea del potencial del equipo.
Continúa el United sin terminar de definir un estilo. Ferguson varía continuamente de jugadores e incluso de esquemas. Defensivamente, se ha tornado en un equipo con escaseces; ni en su portería ni en el eje de su zaga presenta ninguna seguridad. En mediocampo Cleverley aún no termina de demostrar lo que se esperaba de él, Carrick continúa excesivamente intermitente, y, aunque menos que para el resto de los mortales, para Scholes y Giggs también pasan los años.
En el ataque radica la mayor cualidad del United. Rooney continúa siendo uno de los delanteros más completos del planeta, mientras que Van Persie ha demostrado que no se equivocaron este verano al apostar por su fichaje. Es el goleador, el nueve, el futbolista que le hacía falta a Sir Alex. Chicharito, por si acaso, está listo para ser el revulsivo.
En condiciones normales, el Real Madrid es superior, aprovechando sobre todo la fragilidad defensiva del United y que es un equipo que, pese a todo, prefiere tener el balón que esperarlo. Pero claro, la incógnita radica en qué Real Madrid jugará la eliminatoria. Si es, por ejemplo, el del partido ante el Espanyol, no tendrá nada que hacer.
El Milan, una caja de sorpresas
Vaya por delante que ya puede ser el Milan, el PSG o una selección del resto del mundo, que si el Barcelona está bien, no habrá rival. Pero eso mismo debían pensar ante el Chelsea el año pasado, y todos sabemos cómo terminó la cosa...
Dicho esto, desde luego seguro que el conjunto italiano no era de los favoritos del Barça cuando vieron qué conjuntos componían el segundo bombo. Básicamente, porque un equipo que tiene siete Copas de Europa en su haber siempre es un conjunto muy a tener en cuenta.
Pero es que además ahora mismo el Barcelona no sabe qué Milan se va a encontrar. No lo saben ni en la ciudad italiana. En los próximos días está previsto que salgan del equipo Robinho y Pato; eso traerá a Milanello una cantidad importante de dinero que, de ser bien invertida, puede terminar de configurar un equipo peligroso.
En cualquier caso, es el conjunto rossonero un equipo que ha ido de menos a más esta temporada. Continúa con Abbiati como meta; su defensa, sin ser lo que era, parece más sólida, con jugadores como De Sciglio, Mexes o Constant; buenos futbolistas, pero quizá demasiado lentos.
En el centro del campo Nocerino y Montolivo por fin se han acoplado, y eso es sinónimo de buen potencial; falta un buen mediocentro defensivo que, sin duda, llegará este mercado invernal. Y en ataque, Boateng no pasa por su mejor momento pero es un jugador siempre peligroso; El Shaarawy es ahora mismo el futbolista de moda en Italia, y Bojan, que está realizando una buena temporada, estará extra motivado ante sus ex.
De todos modos, parece complicado que el conjunto de Allegri pueda resistir la velocidad de movimiento de balón, precisamente su mayor punto débil, que ejecutará el Barcelona. Pero ojo, que en dos meses el Milan puede cambiar mucho...
El gordo para el Valencia
Los nuevos ricos suelen tardar tiempo en ofrecer sus mejores versiones. O eso se solía decir. Porque parece que al Paris Saint Germain le ha bastado un año. Y eso será lo que más preocupe al Valencia.
Ibrahimovic, Pastore, Lavezzi o Menez forman uno de los mejores ataques de toda Europa. Y la de Valverde no es precisamente la mejor defensa... Atrás, tampoco anda cojo el conjunto parisino. Sobre todo, tras la llegada de Thiago Silva, que junto a jugadores más experimentados como Maxwell o Alex ha dado consistencia a la zaga.
En el centro del campo quizá radique el mayor problema del PSG. Sólo Thiago Motta está rindiendo al nivel esperado; ni Matuidi, ni sobre todo Verratti están cumpliendo con las expectativas. Por ahí puede encontrar el Valencia ahora mismo su fuente de esperanza, porque la eliminatoria es realmente complicada.
El Porto, menos de lo que parece
Por último, el Málaga, la gran sensación, campeón de grupo en su primera participación en la Champions. Eso le permitió afrontar con optimismo el sorteo, y no se puede decir que la fortuna le haya sido esquiva. Por supuesto, el cuadro portugués no le va a regalar nada; esto son octavos de final de la Copa de Europa. Está claro. Pero parece evidente que no tiene el potencial de los últimos dos-tres años.
Aún así, Vitor Pereira ha sido capaz de formar de nuevo un conjunto competitivo, con grandes futbolistas como Fernando, James Rodríguez o Jackson Martínez más los ya habituales Moutinho, Lucho González u Otamendi. Sigue el irregular Helton en portería, y el rendimiento de los brasileños Danilo y Alex Sandro no han aportado lo que se esperaba de ellos, al menos hasta la fecha.
Parece que, a día de hoy, el Málaga está por encima del Porto, aunque aquí hay que tener en cuenta otra característica importante: la experiencia. Y es que mientras el conjunto español es un completo novato en estas lides, el portugués lleva varias temporadas disputando encuentros importantes en Europa, bien en Champions bien en Europa League.
Tampoco hay suerte en la Liga Europa
Ni el campeón, el Atlético de Madrid, ni el Levante, una de las grandes sensaciones de la última temporada, pueden decir que hayan tenido fortuna en el sorteo.
El Rubin Kazan, rival de los colchoneros, es uno de los mayores exponentes del crecimiento del fútbol ruso. Con dinero en su mano -este verano se llevó por una buena suma a Rondón-, ha formado un conjunto de gran solidez, donde brilla también Eremenko, y que tiene mucho sabor español: Orbaiz, César Navas y Marcano son titulares indiscutibles.
El Olimpiacos, por su parte, es de lo peor que le podía tocar al Levante. Viene de la Champions, tiene mucha experiencia, es líder destacado en la liga griega, y tiene jugadores de la talla de Ibagaza, Modesto o Djebbour, además de una línea defensiva con la sobriedad que siempre ha caracterizado al fútbol griego.