Les espera una temperatura de un grado bajo cero y una sensación térmica de menos seis, pero aún así, el Barcelona no quiere ni oír hablar de congelar sus aspiraciones a octavos. Tras perder en casa del Celtic Park la pasada jornada, los de Vilanova tratarán de sellar su pase a la siguiente ronda de la Liga de Campeones frente al Spartak de Unai Emery, en el estadio Luzhnikí de la capital rusa.
En Glasgow, un empate hubiera bastado a los azulgranas para confirmar su presencia en octavos. El Barcelona, líder del Grupo G con nueve puntos, se clasificará matemáticamente para los octavos de final si gana al Spartak -colista con tres puntos tras su derrota en Lisboa- aunque también le bastaría con un empate si el Benfica no gana al Celtic.
El técnico azulgrana conoce bien al director de orquesta del Spartak. "Emery nos conoce muy bien. Sus equipos históricamente son siempre muy ordenados defensiva y ofensivamente". Además, Tito Vilanova recordó que no hay que fiarse de las presuntas superioridades. "Hoy en día no hay rival fácil en la Champions y no ganas fácil a nadie. Solo hay que ver lo que pasó el año pasado con equipos que aspiraban a ganar la Champions y como cayeron en la liguilla", añadió, refiriéndose al Manchester United y al Manchester City.
Vilanova no lanza las campanas al vuelo. "Los equipos con menos nombres, como el Kazan o el Dinamo, son de los que más problemas nos han dado", explicó. "Aún no estamos clasificados y tenemos que sacar un buen resultado aquí porque queremos clasificarnos ya".
El equipo ha viajado a tierra rusas con 21 jugadores. Tito Vilanova recupera en sus filas al centrocampista Sergio Busquets, tras faltar los dos últimos partidos por sanción. No contará, sin embargo, con Alexis Sánchez, con un esguince en el tobillo derecho, y el defensa Marc Bartra, con una elongación en el aductor de la pierna derecha.
En frente tendrá a un Spartak Moscú -el equipo más laureado de Rusia- necesitado de puntos y plagado de lesionados. Los rusos saldrán a por la victoria. Si no se llevan los tres puntos, se acabaría su aventura europea. Emery está convencido de que mañana su equipo tiene capacidad suficiente para ganar al Barcelona sin la ayuda de factores externos, como el frío.