"No tenemos ninguna intención de vender a ningún jugador, pero los jugadores juegan donde quieren. Si tiene una oferta (Agüero) sobre la mesa y se paga su cláusula no podemos hacer nada. Aunque está muy cómodo aquí, le gusta la ciudad y confía plenamente en nuestro proyecto", ha dicho el mandatario durante la celebración en su honor de una nueva edición del Foro Marca Ballesteros.
Al acto asistieron personalidades políticas como Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte; Rafael Simancas, ex candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid por el PSOE; el embajador de Kuwait, Al Ayar Adil Hammad; y parte de la cúpula directiva y de la actual plantilla del conjunto capitalino, como el meta David De Gea o el defensa Álvaro Domínguez.
Asimismo, el dirigente rojiblanco negó categóricamente la venta de varios de los jugadores importantes que conforman la columna vertebral del equipo de Quique Sánchez Flores, aunque reiteró que en caso de que lleguen buenas ofertas, se estimarán en su justa medida puesto que en "la vida todo está en venta". Por otro lado, Cerezo apostó por "dos o tres" refuerzos para el año próximo, siempre y cuando se alcancen de forma "buena, bonita y barata", a la vez que señaló al deportivista brasileño Filipe Luis como "uno de los posibles" fichajes para reforzar la línea defensiva.
El presidente del club de la Ribera del Manzanares volvió a analizar el tropiezo que sufrió en la final de la Copa del rey ante el Sevilla. "Fue una pena. Nos hubiese encantado haber alcanzado un nuevo doblete. Creo que jugamos mejor que el Sevilla. Ellos tuvieron la suerte de anotar en el minuto 4", dijo. Sobre este mismo asunto, el también productor cinematográfico alabó el buen papel de la afición colchonera, "ejemplar" pese a la derrota. "Ganamos mucho pese a la derrota. Tengo grabada la imagen de miles de aficionados animando al término del partido, nos dejó helados. Gracias a ellos por ser diferentes", agradeció.
Balonmano en el proyecto futuro
Además, Cerezo explicó varios apéndices del proyecto de reestructuración que piensa impulsar el Atlético de Madrid en los próximos años, desde el cambio de estadio al de La Peineta, la Ciudad Deportiva en las postrimerías de Alcorcón, o el regreso de la extinta sección de balonmano. "El cambio a La Peineta está previsto para dentro de tres años. No sabemos si mantendremos ese nombre -en respuesta a una posible denominación comercial-, pero lo que es seguro que será un cambio logístico, moderno y vanguardista, que responderá a la demanda de aficionados, con un mejor servicio y con un aforo de 70.000 espectadores", reseñó.
"Respecto a la Ciudad Deportiva, será un hito en nuestra historia. Supondrá un impulso económico que dará un aspecto global al club. Así generaremos ingresos y garantizaremos el futuro de la entidad y el nivel de competitividad de la entidad. Con esto buscamos la mejor Ciudad deportiva de Europa con la que nuestros aficionados se sientan orgullosos", apostilló.
En el último de sus puntos, apoyó la restauración de la sección de balonmano. "Fue una pena que desapareciera. Era un equipo muy importante, por nos pilló en un momento económico muy delicado y tuvimos que cerrarla al tratarse de una sección muy costosa. Eso no dice que en el futuro no se pueda acoplar en caso de que mejoremos económicamente, como está previsto", zanjó esperanzador.
Por último, el madrileño denunció al mercado futbolístico al "no" tratarse de un "mercado de competencia perfecta", y señaló varias de las soluciones viables con las que pretende "reducir las deudas" de los equipos españoles y evitar el "fracaso financiero" de los mismos". "El fútbol es de interés general, eso hace que haya muchos intereses de muchas organizaciones. Para ser más fuertes los clubes deberíamos movernos todos en el mismo marco legal y reducir el endeudamiento. Es necesaria una reflexión, como limitar los gastos de fichajes hasta un tope, o segregar la primera División y la Segunda respecto a los derechos televisivos", concluyó.