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Cerca de 6.500 aficionados arropan al Espanyol en las celebraciones por la cuarta Copa del Rey

La plaza de Sant Jaume y las fuentes de Montjuic, en Barcelona, se han teñido de blanquiazul para celebrar la Copa del Rey -la cuarta en su palmarés- conquistada por el Espanyol en el Santiago Bernabéu. La jornada ha dejado muchos detalles, aunque han destacado los cánticos para pedir la continuidad del técnico Miguel Ángel Lotina, del defensa Albert Lopo, que dejaba entrever su despedida, y del portero Carlos Kameni.

(Libertad Digital) El estadio Olímpico de Montjuic era el punto de partida del paseo triunfal, en el que también ha participado el equipo femenino del Espanyol, campeón de la Superliga. Dos autocares descubiertos marcharon a la plaza de Sant Jaume y después a las fuentes de Montjuic. La delegación españolista fue recibida por unos mil hinchas en la plaza Sant Jaume, donde el espacio fue reducido por motivos de seguridad como en los festejos de este tipo de los últimos años, y por unos 5.500 en las fuentes, según datos de la Guardia Urbana. La jornada de celebraciones ha dejado muchos detalles, destacando los cánticos para pedir la continuidad del técnico Miguel Ángel Lotina, del defensa Albert Lopo, que dejaba entrever su despedida, y del portero Carlos Kameni, quien, como Lotina, no dio pistas sobre su futuro.

El primer consejero Josep Bargalló presidía el acto en la Generalidad en ausencia del presidente Pasqual Maragall, que había presenciado la final en el palco del Bernabéu, donde también estuvo el alcalde Joan Clos, esta vez en el Ayuntamiento. Los aficionados vibraron con la llegada de los autocares, que ofreció la imagen de un Lotina eufórico para celebrar su primera Copa, con la que puede despedirse a lo grande del Espanyol habiendo logrado la clasificación para la Copa de la UEFA por segundo año consecutivo.
 
Después, tuvieron lugar los actos institucionales en el salón de Cent del Ayuntamiento, donde Clos obsequió con dos placas a los equipos masculino y femenino del Espanyol y brindó a jugadores y técnicos la oportunidad de dirigirse a la afición desde el balcón. Un mar de banderas blanquiazules y gritos de apoyo al Espanyol, y también algunos contra el FC Barcelona, se sucedieron hasta la aparición de Raúl Tamudo y Lopo con la Copa, tras la que el capitán tomó el micrófono para empezar el turno de las intervenciones. "Muchas gracias por vuestro apoyo durante todos estos años y que este título no sea el último", proclamaba Tamudo, que pedía también el mismo apoyo hasta terminar la Liga, en su primera celebración de Copa, pues la de 2000 se la perdió por los Juegos Olímpicos de Sydney.
 
"Lotina quédate"
 
Luego, cedió la palabra a la capitana del equipo femenino, Miriam Diéguez, emocionada, y le llegó el turno a Lopo, protagonista por dejar entrever su adiós cuando resonaron los gritos de "Lopo quédate", ya que su futuro apunta al Deportivo de La Coruña. "No sé qué va a pasar con mi futuro, pero lo de la final ha sido espléndido y, pase lo que pase, siempre os llevaré en mi corazón", decía Lopo, lo que dio aires de despedida a la jornada. A Lotina, cuya marcha se da por segura, también le pidieron que se quede.
 
En la Generalidad, se repitió la escena, aunque esta vez para pedir la continuidad de Lotina. Fue el joven jugador Ferrán Corominas quien se destapó con el grito de "míster quédate", seguido también por los aficionados, y propició la intervención del técnico vasco. Lotina, sin embargo, no se refirió a su futuro, sino que se soltó con una particular versión del "campeolones, campeolones" que en su día protagonizó el barcelonista Emmanuel Amunike, tras desvelar su charla con el presidente de la Generalitat, Pascual Maragall. "Tenéis un presidente, Maragall, que sabe de fútbol, y ayer me dio su bendición cuando subimos al palco a por la Copa. Me dijo 'míster, ha preparado muy bien el partido'", explicaba, para luego decir que siempre había tenido ganas de celebrar un título en Sant Jaume.
 
Recuerdos para el Barça
 
Otro de los grandes protagonistas de la final, el delantero Luis García, autor de dos goles, agradecía el cariño que le ha dado la afición desde su llegada al club, mientras que otro de los ídolos, Iván de la Peña, se declaraba "orgulloso" de jugar en el Espanyol. Ambos, como también Mauricio Pochettino, insistieron también en reclamar el apoyo de la afición en las seis últimas jornadas de Liga, en las que está en juego la permanencia en Primera División. Y hubo también quien se acordó del Barça, como Juanfran Torres, cedido este año por el Real Madrid. "La gente dice que la afición del Barça es la mejor del mundo y eso es una mentira grandísima", afirmaba Juanfran antes de poner a saltar a todos los aficionados al grito de "es del Barça el que no bote".
 
Del eterno rival, después, también se acordaba Corominas en las fuentes de Montjuic, donde prometió volver con la Supercopa de España en verano después de ganar al Barcelona, presumible campeón de la Liga, con el que disputaría la final del primer torneo del curso.
 
Ahora, pensar en el Valencia
 
El equipo españolista, que este viernes volverá a los entrenamientos para preparar la visita al Valencia, en la que retornará a la dura realidad de la Liga, revivía la gloria de la Copa de hace seis años. Los periquitos no disfrutaban de una jornada de festejos desde que se proclamaron campeones de Copa en 2000 tras vencer al Atlético de Madrid (2-1) en la final disputada en Valencia, aunque sólo tres jugadores -Tamudo, Pochettino y Posse- continúan en el equipo.
 
Para la mayoría de la actual plantilla, incluido su entrenador, Miguel Ángel Lotina, que seguramente dejará el club a finales de temporada, es su primer título. Otros, como De la Peña y Pandiani, han levantado su tercera Copa, aunque por primera vez en el Espanyol.

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