El de Pinto no tuvo complicaciones y pudo mantener su maillot de líder carente de problemas. La etapa no era propicia para que los hubiera y Contador siempre tuvo controlados a los hombres fuertes del pelotón, que le miraban de reojo sabedores de la superioridad del corredor del Astana, virtual ganador de la prueba.
Así las cosas, esta antepenúltima entrega de la presente edición del Tour se convirtió en un paréntesis recuperador para olvidar el esfuerzo del jueves en la crono individual y del miércoles en la subida a la Colombiere. Además, tampoco se borró de la cabeza del pelotón que deberán afrontar este sábado el Mont Ventoux, el coloso que será juez y parte para dilucidar los puestos del podio.
Salvo la digna valentía de los fugados para buscar su momento de gloria, la etapa transcurrió sin novedades que pudieran dar un vuelco al Tour a estas alturas de la partida. Con la intermitente lluvia como visitante, Geoffroy Lequatre (AGR), Nicolas Roche (ALM) y Leonardo Duque fueron la avanzadilla que se atrevió a probar la fuerza del pelotón a tres días del final de la prueba.
A ella se unió el español José Luis Arrieta, que formó parte del grupo que alcanzó a los más adelantados. Y es que hasta 11 ciclistas completaron la fuga que llegó a los 20 integrantes que finalmente quedarían sin pena ni gloria. Entre ellos, Chavanel, Vandenbergh, Luis León Sánchez, Barredo o el propio Bennati.
El pelotón comenzó a estrechar las diferencias en la recta final con el objetivo de seguir sumando triunfos en el caso del Columbia y para otros, como el Rabobank, para dar la primera al español Óscar Freire. Sin embargo, el campeón del mundo Alessandro Ballan (Lampre) se metió por medio.
A su ataque le siguió el galo Laurent Lefevre (Bouygues Telecom), gran conocedor de la fuerza al sprint de su compañero de fuga a quién dejó hacer en los dos últimos kilómetros. Fue ahí cuando el Columbia sacó el arpón para obligar al pelotón a coger a los escapados y dejar la victoria para el mejor sobre la línea de meta.
Y ahí no existen dudas. La apuesta segura se llamana Mark Cavendish. El británico ganó la partida al noruego Thor Hushovd (Cervelo), que tiene bien guardado su maillot verde, y al cántabro Freire, que no se ubicó en condiciones en la 'parrilla de salida' y no pudo disputar el triunfo.
Contador, mientras tanto, respiró tranquilo y arrancó una hoja más de su cuaderno de ruta. Este sábado tendrá que hacer lo mismo con la última piedra en el camino que podría encontrarse. Una etapa de 167 kilómetros que nace en Montelimar y acaba en el Mont Ventoux, la oportunidad final para hacer los deberes en este Tour.