Pese a que todavía queda más de un mes para la elección de la sede del Mundial de fútbol 2018 donde España y Portugal tienen serias opciones de llevarse el gato al agua, el Gobierno y la Casa Real van a dar la espalda a la Candidatura Olímpica y no acudirán a respaldar la presentación en Zúrich, el próximo 2 de diciembre.
Informaciones de la COPE hablaban de que la Casa Real ha aducido problemas de agenda para que cualquier miembro acudiera a Suiza para apoyar tan importante candidatura, que podría suponer el ingreso de millones de euros en las arcas de nuestro país. Sin embargo, no tuvieron problemas para acudir a la final del Mundial, a la recepción de los campeones del mundo o a respaldar la candidatura de Madrid como sede olímpica en Copenhague hace poco más de un año. Incluso, la Casa Real llegó a intervenir, con una llamada al presidente del Barcelona, para que algún miembro de su plantilla acudiera a la recepción de los Premios Príncipe de Asturias.
Desde la Federación Española de Fútbol (RFEF) ya se ha mostrado interés para que las grandes instancias de nuestro país apoyen a la Candidatura Ibérica. Desde el Gobierno, la única persona que acudirá a Suiza será Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte.
No entienden cómo ni Gobierno ni Casa Real pueden hacer un hueco en sus agendas para tan importante acto, anunciado con tanto tiempo de antelación. Desde la Candidatura se trabaja para que grandes iconos de ambos países, comenzando por Iker Casillas y Cristiano Ronaldo, acudan a Zúrich como imagen.
Los rivales son Bélgica y Holanda, Inglaterra y Rusia, que ya están haciendo una fuerte campaña mediática para organizar uno de los eventos más seguidos en todo el planeta.