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Carmelo Anthony, sanciondo con quince partidos por su puñetazo a un rival en la batalla campal de Nueva York

El comisionado de la NBA, David Stern, ha impuesto fuertes sanciones a siete jugadores por la pelea colectiva que protagonizaron los Knicks de Nueva York y los Denver Nuggets en el Madison Square Garden. El peor parado es Carmelo Anthony, estrella de los Nuggets, al ser suspendido con quince partidos. A través de un comunicado, Stern advierte que no permitirá la violencia: "Los jugadores de la NBA son profesionales que poseen unas cualidades únicas y que, para bien o mal, son un ejemplo que llega a todas las partes del mundo, por lo que no se pueden permitir las acciones que se dieron el pasado sábado".

El comisionado de la NBA, David Stern, ha impuesto fuertes sanciones a siete jugadores por la pelea colectiva que protagonizaron los Knicks de Nueva York y los Denver Nuggets en el Madison Square Garden. El peor parado es Carmelo Anthony, estrella de los Nuggets, al ser suspendido con quince partidos. A través de un comunicado, Stern advierte que no permitirá la violencia: "Los jugadores de la NBA son profesionales que poseen unas cualidades únicas y que, para bien o mal, son un ejemplo que llega a todas las partes del mundo, por lo que no se pueden permitir las acciones que se dieron el pasado sábado".

L D (EFE) El comisionado no ha tenido ningún tipo de consideración con Carmelo Anthony, el jugador que fue el que lanzó varios puñetazos, y aunque no inició la pelea, al final ha sido el que salió más perjudicado de los incidentes. El base Nate Robinson, de los Knicks, y el escolta J.R.Smith, de los Nuggets, han sido castigados con diez partidos cada uno, mientras que el resto de los otros cuatro jugadores suspendidos, tres son de los Knicks.

El novato Mardy Collins, de los Knicks, ha sido suspendido con seis partidos y su compañero Jared Jeffries no podrá jugar los próximos cuatro encuentros. El pívot Jerome James, de los Knicks, y el alero brasileño Nene Hilario, de los Nuggets, también han sido suspendidos con un partido por abandonar el banquillo y penetrar en el campo durante la pelea.

Stern también ha impuesto multas de 500.000 dólares a cada uno de los equipos como responsables del comportamiento antideportivo de sus jugadores. La sorpresa con la decisión de Stern se daba al no suspender al entrenador de los Knicks, Isiah Thomas, que había advertido a Anthony que no penetrase en la línea de los tiros de personal cuando comenzó la pelea.

El incidente ocurrido en el Madison Square Garden es el peor desde que se viviese otra batalla campal como la que se dio en el Palace de Auburn Hills, la peor en la historia de la NBA, al comienzo de la temporada de 2004. Con los efectos negativos sin superar que dejó la triste pelea que protagonizaron los jugadores de los Pacers de Indiana y los Pistons de Detroit, esta vez las estrellas de las acciones antideportivas descontroladas y violentas fueron los profesionales de los Nuggets y de los Knicks. El resultado final era la expulsión de 10 jugadores, cinco por cada equipo.

Los hechos se produjeron cuando sólo faltaban 1:15 minutos antes del final del partido y Smith, de los Nuggets, penetró a canasta en una jugada de contraataque para ser tirado al suelo de forma violenta por Collins, de los Knicks. Smith se levantó para iniciar con Collins la pelea en la que también varios jugadores, incluido Anthony, lanzaron puñetazos, algo que le ha costado la suspensión mayor. "Soy consciente de lo sucedido, no quiero hacer ningún comentario, pero aceptaré la responsabilidad que me corresponda", declaraba Anthony el pasado sábado.

Imágenes de intercambios de golpes y sobre todo la persecución por todo el campo del alero de los Knicks, Jeffries, para agredir a Anthony convirtió al legendario Madison Square Garden, la catedral del baloncesto profesional, en un auténtico campo de fútbol americano y auténtica "vergüenza" para la NBA. Varios jugadores y entrenadores de ambos equipos tuvieron que lanzarse al suelo para intentar sujetar a Jeffries, algo que al final consiguió el asistente de los Knicks, el ex jugador Mark Aguirre. Tampoco fue nada constructivo ver cómo Smith y Robinson se agarraron y fueron a dar contra los aficionados que ocupaban la primera fila del área que estaba detrás de la canasta del equipo neoyorquino.

Una escena que hizo recordar el espectáculo bochornoso que se vivió en las gradas del Palace de Auburn Hills cuando varios jugadores de los Pacers, entre ellos el alero Ron Artest, para agredir a los aficionados. La reacción posterior de los jugadores a todo lo sucedido fue de reconocer lo "bochornoso" del espectáculo que habían dado, aunque para algunos como Robinson y Thomas, trataron de "justificarlos" con la valoración de que los Nuggets no tenían que haber mantenido en el campo a los titulares después de ir ganando por 119-100, que al final fue de 123-100.

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