Carlos Sainz pondrá a prueba el dominio de los Peugeot sobre el asfalto

L D (EFE) Después de superar el ecuador del campeonato (7 de 14 pruebas), Burns lidera el Mundial con 37 puntos, uno más que Sainz, mientras que el actual campeón del mundo, el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot) se mantiene al acecho en el tercer puesto con 30 puntos. La fiabilidad de los Peugeot quedó un tanto en entredicho en el pasado Rally de Chipre disputado sobre tierra, en el que la dureza del recorrido y las altas temperaturas pasaron factura tanto a Burns como a Gronholm, que tuvieron que abandonar la prueba, mientras que tan sólo el finés Harri Rovanpera salvó el honor de la marca del león al ser segundo.

De las siete pruebas que restan para finalizar el Mundial, cuatro son de asfalto (Alemania, San Remo, Córcega y Cataluña) y tres de tierra (Finlandia, Australia y Gran Bretaña), aunque la que se va a disputar este fin de semana en el suroeste alemán es la menos "típica" de todas las que discurren sobre terreno asfaltado. El Rally de Alemania, que sustituyó el pasado año al de Portugal, vuelve a ocupar un puesto de honor en el Mundial de la especialidad después de que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) decidiera mantenerle en el programa tras haber amenazado en el mes de mayo con su retirada por problemas de seguridad.

La mejor distribución de los espectadores que, en un número cercano a los 250.000, se espera que asistan al Rally ha provocado que los organizadores hayan salvado el ultimátum que les envió la FIA. El trazado es prácticamente idéntico al de 2002, con la única salvedad de que los equipos dispondrán tan sólo de un parque de asistencia técnica en Bostalsee, lo que significa que cada una de las tres etapas discurrirá por diferentes tipos de terreno. La zona más complicada será la que tengan que sortear los pilotos por los viñedos de Mosel, que comprende rectas muy rápidas y curvas muy cerradas ocultas por los árboles que sólo se pueden ver cuando el coche ya está inmerso en la trayectoria.

Otro de los tramos difíciles serán los campos de Baumholder, una zona militar utilizada habitualmente por soldados estadounidenses para realizar maniobras con tanques y carros de combate pesados, lo que ha provocado que algunos la hayan bautizado como "el safari de los rallys de asfalto". Carlos Sainz, que esta temporada ha puntuado en cinco de las siete pruebas disputadas hasta la fecha (excepto Suecia y Nueva Zelanda) y que ha ganado en Turquía, se muestra "prudentemente optimista" de cara a la cita de Alemania en donde podría alzarse con el liderato provisional del Mundial. El vencedor el pasado año y compañero de Sainz en Citroen, el francés Sebastien Loeb, aseguró que también tiene un "feeling" especial para esta prueba en la que el truco está en "encontrar el punto justo para frenar".

El equipo Ford, con el estonio Marko Martin y el belga Francois Duval a la cabeza, tienen una prueba de fuego en Alemania después de su desafortunada actuación en Chipre. El debut del Ford Focus WRC en asfalto tendrá un significado especial, ya que la prueba se disputa a menos de 200 kilómetros del cuartel general del equipo en Europa, en Colonia, y alguno de los tramos transcurren cerca de la fábrica de Ford, en Saarlouis.

El Rally germano tendrá su sede en Trier, una de las ciudades más antiguas de Alemania situada a 10 kilómetros de Luxemburgo y a 50 kilómetros de la frontera francesa. Consta de tres etapas que suman 1.737,58 kilómetros, de los que 388,23 son cronometrados, y están repartidos en 22 especiales.