L D (EFE) "Es muy complicado conseguir un coche que vaya bien en todo tipo de circunstancias. En el Dakar hay de todo. La puesta a punto perfecta es prácticamente imposible. Hay que optar por un compromiso que te salve los trastos en todo tipo de situaciones", agregaba el dos veces campeón mundial de rallys. "En el Dakar hay que tener la suerte de que no se rompa nada, de que no nos equivoquemos ni el piloto ni el copiloto, y de que corramos más que los demás", señala.
Sainz se muestra convencido de que "sin duda Volkswagen va a ser la primera marca que gane el Dakar con un coche diesel". "No sé cuándo será, si este año u otro, pero así será. Y yo espero que sea ya este año", pronosticó. "Esta vez llego con bastantes más kilómetros que el año pasado, cuando tuve la osadía de correr por primera vez el Dakar sin haber estado antes en África. Este año ya no es así, aunque no sé si es suficiente", dice. "Llego con más experiencia, pero también con mucha humildad porque la experiencia de un año en el Dakar no es mucho. Hay etapas en las que lo importante es haber hecho anteriormente muchos kilómetros en el Dakar", añade.
Al referirse a su táctica durante la carrera, Sainz decía: "Yo voy a correr en todos los lados, me da igual que sea al principio, en Portugal, o en Marruecos... Voy a buscar un ritmo con el que esté cómodo, y trataré de ir lo más rápido posible. Hasta llegar a Mauritania hay que pasar por Portugal, por Marruecos...". Sainz considera que la labor del copiloto (en su caso el francés Michel Perin) en el Dakar es "mucho más importante" que en un rally del campeonato del mundo: "Sin duda alguna en los 'raids' el trabajo del copiloto es fundamental en las etapas de navegación porque estás en sus manos".
El madrileño relata que lo que más se echa de menos durante el Dakar es "una cama porque ésta es una carrera muy dura que se disputa en un ambiente muy hostil" y señaló que su continuidad en la carrera africana se la planteará año a año. "No sé si seguiré el año que viene, pero seguro que no va a influir el resultado de éste", concluyó.
Sainz se muestra convencido de que "sin duda Volkswagen va a ser la primera marca que gane el Dakar con un coche diesel". "No sé cuándo será, si este año u otro, pero así será. Y yo espero que sea ya este año", pronosticó. "Esta vez llego con bastantes más kilómetros que el año pasado, cuando tuve la osadía de correr por primera vez el Dakar sin haber estado antes en África. Este año ya no es así, aunque no sé si es suficiente", dice. "Llego con más experiencia, pero también con mucha humildad porque la experiencia de un año en el Dakar no es mucho. Hay etapas en las que lo importante es haber hecho anteriormente muchos kilómetros en el Dakar", añade.
Al referirse a su táctica durante la carrera, Sainz decía: "Yo voy a correr en todos los lados, me da igual que sea al principio, en Portugal, o en Marruecos... Voy a buscar un ritmo con el que esté cómodo, y trataré de ir lo más rápido posible. Hasta llegar a Mauritania hay que pasar por Portugal, por Marruecos...". Sainz considera que la labor del copiloto (en su caso el francés Michel Perin) en el Dakar es "mucho más importante" que en un rally del campeonato del mundo: "Sin duda alguna en los 'raids' el trabajo del copiloto es fundamental en las etapas de navegación porque estás en sus manos".
El madrileño relata que lo que más se echa de menos durante el Dakar es "una cama porque ésta es una carrera muy dura que se disputa en un ambiente muy hostil" y señaló que su continuidad en la carrera africana se la planteará año a año. "No sé si seguiré el año que viene, pero seguro que no va a influir el resultado de éste", concluyó.