L D (EFE) Loeb ha impuesto su supremacía actual sobre asfalto y ha logrado ser el más rápido en cuatro de las seis especiales de que constaba la primera etapa, lo que le ha llevado a liderar la prueba con 34 segundos de ventaja sobre el estonio Markko Martin (Ford Focus) y 49 sobre el finlandés Marcus Gronholm (Peugeot 206), segundo y tercero, respectivamente. El francés ha confirmado que es, junto a su compatriota Gilles Panizzi (Peugeot 206), el mejor especialista sobre este tipo de superficie y va camino de conseguir su tercera victoria en la temporada tras haberse impuesto en Montecarlo y Alemania. En el quinto tramo cronometrado, de 12,40 kilómetros, la lucha entre Loeb y Martin finalizó en tablas, ya que ambos finalizaron en el mismo segundo, pero en el sexto que cerraba la primera jornada y con un recorrido más largo (36,42 kilómetros), el Citroen Xsara volvió a volar. Loeb sacó diez segundos más al estonio Martin y 16 a Gronholm y a Sainz, que por fin pudo superar los problemas de dirección que le retrasaron dos plazas en la cuarta especial.
El piloto madrileño recuperó dos puestos en los tramos quinto y sexto de la primera etapa y, aunque se encuentra a 1:14 de Loeb, lejos de la lucha por la victoria, sus expectativas de cara al Mundial se han incrementado. Después de disputarse diez pruebas, Sainz es tercero en la general del Campeonato de pilotos con 48 puntos, los mismos que el noruego Petter Solberg (Subaru Impreza) y por detrás del inglés Richard Burns (Peugot 206) con 55. De terminar cuarto en el Rally de San Remo, el español sumaría cinco puntos más y se quedaría a tan sólo dos de Burns que podría ceder, incluso, la primera plaza del Mundial en beneficio de Loeb.
El piloto inglés de Peugeot no está teniendo suerte en el rally italiano y figura en el undécimo puesto provisional a más de tres minutos de Loeb, lo que le dejaría fuera de los puntos, mientras que Soelberg, otro de los candidatos al título, es octavo con una desventaja de dos minutos sobre el francés de Citroen. Los Ford Focus de Martin, segundo provisionalmente en San Remo, y del belga Francois Duval, quinto, son los máximos rivales de Citroen en la "operación a cuatro bandas" que la marca francesa ha desarrollado en las carreteras italianas.
Citroen acudió a San Remo con cuatro coches con la esperanza de restar puntos a Burns y Solberg y, hasta el momento, la estrategia les está dando resultados, ya que el escocés Colin McRae ocupa el séptimo puesto y el francés Philippe Bugalski es décimo. Peugeot, principal rival de Citroen, en el Mundial de constructores (ambos están empatados con 110 puntos), mantiene las opciones de victoria con Gronholm, actual campeón del mundo, y con Panizzi, que ha dominado el Rally de San Remo en las tres últimas ediciones.
La segunda etapa de la carrera italiana, que consta de cuatro tramos cronometrados, comenzará a la 9,20 horas con una especial de 52,30 kilómetros, el más largo en la historia de la prueba, que pondrá en juego la fiabilidad de los vehículos y la resistencia de los pilotos.
El piloto madrileño recuperó dos puestos en los tramos quinto y sexto de la primera etapa y, aunque se encuentra a 1:14 de Loeb, lejos de la lucha por la victoria, sus expectativas de cara al Mundial se han incrementado. Después de disputarse diez pruebas, Sainz es tercero en la general del Campeonato de pilotos con 48 puntos, los mismos que el noruego Petter Solberg (Subaru Impreza) y por detrás del inglés Richard Burns (Peugot 206) con 55. De terminar cuarto en el Rally de San Remo, el español sumaría cinco puntos más y se quedaría a tan sólo dos de Burns que podría ceder, incluso, la primera plaza del Mundial en beneficio de Loeb.
El piloto inglés de Peugeot no está teniendo suerte en el rally italiano y figura en el undécimo puesto provisional a más de tres minutos de Loeb, lo que le dejaría fuera de los puntos, mientras que Soelberg, otro de los candidatos al título, es octavo con una desventaja de dos minutos sobre el francés de Citroen. Los Ford Focus de Martin, segundo provisionalmente en San Remo, y del belga Francois Duval, quinto, son los máximos rivales de Citroen en la "operación a cuatro bandas" que la marca francesa ha desarrollado en las carreteras italianas.
Citroen acudió a San Remo con cuatro coches con la esperanza de restar puntos a Burns y Solberg y, hasta el momento, la estrategia les está dando resultados, ya que el escocés Colin McRae ocupa el séptimo puesto y el francés Philippe Bugalski es décimo. Peugeot, principal rival de Citroen, en el Mundial de constructores (ambos están empatados con 110 puntos), mantiene las opciones de victoria con Gronholm, actual campeón del mundo, y con Panizzi, que ha dominado el Rally de San Remo en las tres últimas ediciones.
La segunda etapa de la carrera italiana, que consta de cuatro tramos cronometrados, comenzará a la 9,20 horas con una especial de 52,30 kilómetros, el más largo en la historia de la prueba, que pondrá en juego la fiabilidad de los vehículos y la resistencia de los pilotos.