"Estos son chicos jóvenes, chicos ricos. Ése es el problema. Pero esto no sólo pasa aquí. En Italia, Alemania, España, donde el fútbol es tan importante, tienen el mismo problema", ha afirmado Capello, cuyos hombres se enfrentan en Wembley a Egipto en un partido amistoso.
Después de clasificarse brillantemente para Sudáfrica, Inglaterra es ahora un mar de dudas por las numerosas lesiones que afectan al combinado y el ambiente del grupo, enrarecido, sobre todo, por el "caso John Terry". Capello despojó al central del Chelsea del brazalete de capitán de los "Pross" a raíz del escándalo sexual que protagonizó con la ex novia de su ex compañero de equipo Wayne Bridge, ahora en el Manchester City.
Por ese motivo, Bridge anunció la pasada semana que renunciaba a la selección para no crear divisiones y mal ambiente en el seno de la expedición inglesa. También el lateral del Chelsea Ashley Cole, quien se pierde el encuentro de hoy por lesión, ha acaparado en las últimas semanas las portadas de la intrusiva prensa británica por sus infidelidades y el consecuente divorcio de la cantante Cheryl Cole.
En este contexto, Capello ha pedido a sus jugadores que mantengan sus vidas privadas "bajo control" para que no haya más distracciones de aquí a la cita mundialista. "Mantener tu vida en privado es un gran problema para algunos jugadores, pero también acarrea problemas para los clubes y para mí mismo", dijo el seleccionador. "Los jugadores -continuó- tienen que ser un ejemplo para los niños, para todos los seguidores, tienen que ser discretos siempre y sacrificar algo en sus vidas".
Para mantener la tranquilidad del grupo durante el Mundial, Capello ha llegado a imponer una serie de restricciones para las mujeres y novias de los jugadores. Hace cuatro años en Alemania, la Inglaterra del sueco Sven-Goran Eriksson llenó páginas de periódicos tanto por su pobre actuación sobre el terreno de juego como por las sonadas fiestas de sus parejas sentimentales. Capello las quiere ahora lejos de la concentración de la selección.