L D (Agencias) Sin embargo, en la entidad rojilla se asegura que en el Sánchez Pizjuán "nos defendimos de las provocaciones del Sevilla". "Nosotros no íbamos a achantarnos", indicaron fuentes cercanas a los hechos sucedidos a pie de campo, pero, se añade, "si querían guerra, iban a tenerla". Estas mismas fuentes se han mostrado sorprendidas del "comportamiento fogoso de Javier Aguirre, cuando en anteriores partidos no había sido así".
"Vi que los entrenadores se insultaron en los banquillos. En la primera tangana, Caparrós se acercó a Aguirre diciéndole: Eres un cabrón y un hijo de puta, pero Aguirre es también muy expresivo y dijo lo suyo. Entonces, todos fuimos yendo al montón y la bola de nieve fue aumentando", han dicho testigos de los incidentes a Diario de Navarra.
En Osasuna, se destaca que la tensión prosiguió tras terminar el encuentro, ya que la plantilla navarra tuvo que esperar una hora encerrada en el vestuario por la multitud de seguidores sevillistas que aguardaba en la calle. "Cuando salimos, todavía quedaba muchísima gente alrededor de nuestro autobús. Según un futbolista la frase más escuchada en la larga espera fue: "Os vamos a matar, mercenarios hijos de puta".
Estos incidentes en el campo tuvieron su reflejo en el palco, donde se encontraban el vicepresidente, Juan Pascual, y los directivos Miguel Archanco y Fernando Vera. El trío de emisarios rojillos fue colocado en una de las esquinas y pegado a los aficionados del Sevilla. "Todo el rato se nos volvían -ha indicado Pascual al periódico navarro-. No nos sentimos defendidos ni protegidos. Ha sido el peor rato que he pasado en los dos años que llevo en esta directiva". La representación de Osasuna tomó la decisión de abandonar el palco en el minuto 84, ya que, según el vicepresidente osasunista "no pintábamos nada".
