L D (EFE) Había notables bajas en ambos equipos. Sin embargo, era el Getafe, que sólo había ganado un partido de los últimos once, el que aparecía con más motivos para la indecisión, el titubeo y la desconfianza. De su último triunfo habían pasado dos meses, un dato desolador que, 'a priori', extermina cualquier indicio de optimismo. El lateral izquierdo argentino Lucas Licht, a quien Víctor dejó en el banquillo, fue uno de los damnificados por esa secuencia negativa. En su lugar jugó el vallisoletano Rafa López, en un puesto nuevo para él. Paradójicamente, había más pucelanos en el Getafe (Jacobo y Rafa) que en el Real Valladolid (Baraja).
Con el nigeriano Ikechukwu Uche en punta, los madrileños salieron intensos, agresivos y presionando muy arriba. Mientras tanto, Borja Fernández intentaba sujetar el medio campo local ayudado por Pedro León Sánchez, dispuesto a rematar un día redondo para los Sánchez Gil tras el triunfo de su hermano Luis León en la París-Niza. La primeros veinte minutos se podrían haber jugado sin guardametas, ya que ambos permanecieron inéditos. Había más cautela, vigor e ímpetu que claridad de ideas. Fue el portero paraguayo del Valladolid Justo Villar quien abortó un remate de Granero antes de que el brasileño Pedro Oldoni, un ariete que juega con el cuatro a la espalda, hiciera intervenir a Jacobo a la media hora.
Fue entonces cuando se levantó la veda de los ataques y el partido adquirió tintes de cruzada ofensiva, sobre todo por parte de un Valladolid que apretó, y mucho, camino del intermedio. De haber estado más preciso en sus centros Pedro León, los vallisoletanos hubieran hecho daño en el marcador. Precisamente el centrocampista murciano y Uche bajaron el telón de la primera parte, el primero con dos lanzamientos de falta que abortó Jacobo Sanz y el nigeriano con una oportunidad malgastada ante Justo Villar. El 0-0 permaneció inalterable al descanso porque Jacobo se agigantó de una forma imponente ante la afición que le ha visto crecer.
En la reanudación, el partido volvió a la senda del aburrimiento. Mendilibar quitó a Borja para dar entrada a Canobbio y el dibujo táctico local varió hacia un 4-1-4-1, pero el encuentro se mantuvo atascado a pesar de que el Valladolid se hartó de lanzar saques de esquina. El ecuatoriano Joffre Guerrón entró para añadir rapidez y vértigo al Getafe, pero ya para entonces el partido tenía todo el aspecto de ser un empate sin goles, pese a que un disparo rotundo de Francisco Javier Casquero a punto estuvo de batir a Villar (m.71).
La expulsión del defensa central del Getafe Mario Álvarez (m.75) parecía un buen pretexto para que el partido se animara, aunque el Valladolid no supo mover al balón, ni abrir el campo para aprovechar su superioridad numérica. Faltaba distribución de balón en el equipo blanquivioleta, pero Canobbio, ante la salida de Jacobo, rompió con su gol el orden defensivo del Getafe. Sólo quedaban cuatro minutos para el final y aún hubo tiempo para más, ya que un claro penalti a Ogbeche no señalado por el árbitro pudo suponer el 2-0.
Ficha técnica del partido
Real Valladolid, 1: Villar; Pedro López, Baraja, Bea, Marcos; Pedro León (Aguirre, m.62), Borja (Canobbio, m.60), Vivar Dorado, Jonathan Sesma; Víctor y Oldoni (Ogbeche, m.82)
Getafe, 0: Jacobo; Cortés, Belenguer, Mario, Rafa; Granero (Manu, m.46), Casquero, Polanski, Gavilán; Albín (Guerrón, m.61) y Uche (Ibrahim Kas, m.76)
Gol: 1-0, m.86: Canobbio
Árbitro: Mateu Lahoz (Colegio valenciano). Expulsó por doble amonestación a Mario (m.75). También mostró tarjeta amarilla a Borja y Baraja, del Valladolid; y a Granero, del Getafe
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima séptima jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio Zorrilla ante unos 16.400 espectadores