L D (EFE) Fabio Cannavaro, cuyo hermano Paolo juega en el Nápoles, confiesa que en el tiempo que lleva en el Real Madrid cree "haber jugado mal sólo el partido ante el Lyon", en la Liga de Campeones, y que después las cosas han ido mejor, aunque no estoy tan bien como en el Mundial".
Del triunfo de la selección italiana en Alemania 2006, señala: "Jugamos bien las semifinales contra Alemania. En el resto nuestras prestaciones fueron normales, pero hemos ganado el Mundial. No he dicho que hemos jugado mal, lo hicimos bien pero no como Brasil". Cannavaro, asimismo, reconoce que el escándalo por fraude deportivo en el fútbol italiano que estalló antes de la cita mundialista "fue un gran estímulo" para los internacionales italianos.
Del caso Zidane-Materazzi, con el cabezazo dado en el pecho por el primero al segundo en la final entre Italia y Francia, dice que "Zizou ha sido un gran futbolista pero en esa ocasión erró. Era cuestión de minutos, sabíamos que existía la prueba televisiva y que la televisión controlaba todo". "No he entendido la suspensión a Materazzi. Independientemente de lo que pudo haberle dicho, Materazzi ha pagado demasiado por algo que no habría tenido ni siquiera que responder. En el campo uno puede decir lo que quiera. La sanción decidida por la FIFA es extraña, como la decisión de premiar a Zidane como mejor jugador del mundial", añade.
De 'Calciopoli' (fraude deportivo en el fútbol italiano), comenta: "La Juventus era un equipo tan fuerte que habría ganado también sin (Luciano) Moggi (ex-director general juventino y principal inculpado)". "En Italia existe aún la cultura de que cuando un jugador deja su equipo es llamado traidor. Es algo que no me gusta nada. Creía que con 33 años era el momento justo para realizar una experiencia en el extranjero y no me apetecía jugar en el Serie B (Segunda división)", justifica Cannavaro su marcha de la Juventus.
Del triunfo de la selección italiana en Alemania 2006, señala: "Jugamos bien las semifinales contra Alemania. En el resto nuestras prestaciones fueron normales, pero hemos ganado el Mundial. No he dicho que hemos jugado mal, lo hicimos bien pero no como Brasil". Cannavaro, asimismo, reconoce que el escándalo por fraude deportivo en el fútbol italiano que estalló antes de la cita mundialista "fue un gran estímulo" para los internacionales italianos.
Del caso Zidane-Materazzi, con el cabezazo dado en el pecho por el primero al segundo en la final entre Italia y Francia, dice que "Zizou ha sido un gran futbolista pero en esa ocasión erró. Era cuestión de minutos, sabíamos que existía la prueba televisiva y que la televisión controlaba todo". "No he entendido la suspensión a Materazzi. Independientemente de lo que pudo haberle dicho, Materazzi ha pagado demasiado por algo que no habría tenido ni siquiera que responder. En el campo uno puede decir lo que quiera. La sanción decidida por la FIFA es extraña, como la decisión de premiar a Zidane como mejor jugador del mundial", añade.
De 'Calciopoli' (fraude deportivo en el fútbol italiano), comenta: "La Juventus era un equipo tan fuerte que habría ganado también sin (Luciano) Moggi (ex-director general juventino y principal inculpado)". "En Italia existe aún la cultura de que cuando un jugador deja su equipo es llamado traidor. Es algo que no me gusta nada. Creía que con 33 años era el momento justo para realizar una experiencia en el extranjero y no me apetecía jugar en el Serie B (Segunda división)", justifica Cannavaro su marcha de la Juventus.