L D (Agencias) "Va a ser el 7 de diciembre. No tenemos nada que ocultar y vamos a ir con la verdad por delante", expresaba Calderón, dispuesto para analizar todos los temas de actualidad porque, asegura, no tiene "miedo".
Además, aprovechaba para asegurar que no le importaría que Florentino Pérez se presente a las próximas elecciones, aunque cree que sería "muy cruel" enfrentarse en un cara a cara con él: "Es el único presidente de la historia que se marchó a mitad de la temporada. El único que dejó al club abandonado y permitió que hubiera cuatro presidentes en seis meses. El único caso en la historia del Real Madrid en que un presidente ha estado tres años sin ganar nada. Sería muy duro que tuviera que explicar todo eso".
Así, recuerda que no se marchó porque tuviera una enfermedad o algún problema, sino "porque el equipo estaba perdiendo". "Me parecería muy cruel tener que decirle eso a la cara a una persona a la que yo ayudé tanto a ser presidente. Me siento orgulloso de haberle ayudado, pero él no se ha portado bien conmigo", lamenta.
"Es difícil encontrar una plantilla mejor en Europa"
Calderón, que considera que tienen "plantilla suficiente" y que es "difícil encontrar en Europa una mejor", explica que "los técnicos no quieren fichar a nadie en diciembre, porque no es fácil encontrar algo que valga la pena para el Real Madrid en el mercado de invierno".
Sobre los fichajes del verano, asegura que le habían "dolido" los casos de David Villa y Santi Cazorla. "Me dio rabia, pena y tristeza el presidente del Villarreal, que salió en varias radios a desmentirme. Me dijo: 'me vais a hacer una faena y me vais a quitar a Cazorla' y yo le respondí que no sabía nada, pero que iba a enterarme. Pregunté a Mijatovic y él me confirmó que sí existía la posibilidad de fichar a Cazorla, pero que no harían nada hasta confirmar que queríamos pagar la cláusula. Y yo no iba a hacerle esa faena al Villarreal, aunque podría haberlo hecho, para eso están las cláusulas. En ese momento todos creyeron que Ramón Calderón iba a ser un presidente de esos a los que no les importa hacer daño a otros", explicaba. Por eso, reconoce que la hubiera gustado que Fernando Roig le "hubiera agradecido el gesto de no pagar su cláusula, como sí hizo el presidente del Valencia".
Además, aprovechaba para defender las críticas a Bernd Schuster por su actitud con la prensa, asegurando que el alemán "es una persona entrañable, pero no es fácil enfrentarse todos los días a 30 ó 40 periodistas", recalcando que su función no es "contar chistes": "Prefiero que sea buen entrenador a que sea simpático. ¿Sería mejor que fuera más simpático? Pues sí, sería perfecto, pero de momento nos quedamos con el entrenador que hace las cosas bien".
El presidente aprovechaba para recalcar que "Sergio Ramos tendrá una renovación vitalicia". "Le quedan seis años de contrato, pero él sabe que es una promesa del presidente y que se quedará toda la vida en el Real Madrid, siempre que él quiera", destacó, evitando la polémica por las críticas al juego del equipo del sevillano la semana pasada.
"Ferguson nos tiene envidia por las nueve Copas de Europa"
Calderón, que no eludía hablar de temas de actualidad, cree que el problema de Ferguson con el Real Madrid es que tiene "un poco de envidia hacia las nueve Copas de Europa del Real Madrid". "El hombre ve que no llega, que no le va a dar tiempo a conseguirlo. Cuando dije que chocheaba se trataba de quitarle importancia a las declaraciones de un señor que se nota que tiene una especie de envidia, de admiración hacia un club grande que ha logrado muchas cosas que él no ha conseguido", expresaba.
Sobre el Barcelona, además de reiterar que Samuel Eto'o "todavía quiere al Real Madrid" y que "fue un error dejarle marchar", reconoce el buen juego de los azulgrana. "Cuando el Barcelona juega bien yo disfruto, como todos a los que le gusta el fútbol. La envidia es un sentimiento absurdo, lo que hay que tener es admiración del que lo hace bien", destaca.
Finalmente, y en referencia a la polémica arbitral, asegura que las palabras de Pedja Mijatovic no estaban consensuadas, ya que tanto el montenegrino como Bernd Schuster tienen autonomía. "Yo valoro muchísimo a los árbitros. Creo que la labor que hacen es tan difícil que nunca se les valora suficiente. Se equivocan porque son humanos como los jugadores, los entrenadores y los presidentes. Al final de la temporada los errores se compensan, estoy seguro", concluyó.