Calderón echa a su amigo Nanín y a Bárcena, pero él no se va

(Libertad Digital) Arropado por su Junta Directiva en pleno, Ramón Calderón ha encarado ante los medios de comunicación su momento más delicado desde su llegada a la presidencia, admitiendo como ciertas las informaciones desveladas por Marca por la presencia de personas que se hicieron pasar por compromisarios para votar a su favor, organizadas por 'Nanín'. El órgano más importante de un club de más de cien años de existencia, manipulado por un joven de 25 años.

Ante una masiva presencia de medios de comunicación nacionales e internacionales en la sala de prensa del Santiago Bernabéu, el presidente comparecía durante más una hora para defender su inocencia, la unión de su Junta, admitir que se siente traicionado por trabajadores del Real Madrid que no le son afines y pedir al socio un voto de confianza en plena tempestad. "Experimento una sorpresa ingrata y muy desagradable al conocer los hechos publicados. Puedo jurar por mi honor y el de mis directivos, que ninguno de nosotros ha participado directa ni indirectamente en la inclusión de personas no autorizadas en la última Asamblea del Real Madrid", comenzaba su alocución.

Calderón niega que tenga relación alguna con los infiltrados en la Asamblea por gente que trabaja para él. Se desmarca de la dimisión pese a que Luis Bárcena se marcha del club por la manipulación realizada por uno de sus trabajadores. "Voluntariamente ha dicho que si me marchaba alguien de su departamento él también lo haría como máximo responsable de la Asamblea". "Mi dimisión no arreglaría nada. Dejaría un vacío de poder que obligaría a convocar elecciones. Dimitiría si fuese consciente de haber cometido una irregularidad pero no ha sido así. Espero que el tiempo demuestre que digo la verdad", señalaba.

Descartada la dimisión y la convocatoria de elecciones para el próximo verano, un año antes de que acabase su mandato, Calderón espera la investigación que se abre para esclarecer los hechos, dirigida por los tres vicepresidente del club y un departamento de auditoría interna. Y propone una nueva Asamblea, con los mismos puntos que la que ha suscitado la polémica. "Convocar elecciones en febrero iría en contra de la situación deportiva del equipo. Vivo una situación que no es agradable pero sería una cobardía abandonar. En mi vida he actuado con honradez y limpieza. Voy a luchar por demostrar que digo toda la verdad. Haría una repetición integra de la Asamblea porque se ha producido una nulidad. Es lo justo", afirma.

Aquella Asamblea estuvo repleta de polémica por la inclusión de miembros de Ultra Sur. Yde nuevo ha defendido el presidente a los radicales. "Los insultos no fueron de los ultras, sino de la zona donde había gente de mejor condición". "En el estadio los ultras animan al equipo, no ha habido ni una sola sanción por arrojar ni una moneda al campo de un grupo que no tiene red ni foso", argumentaba en su defensa. Pese a que Calderón espera que en los próximos días se filtre a la prensa imágenes suyas con las personas que se colaron en la Asamblea, ha aclarado de antemano que no los conoce. "Seguro que van a aparecer fotos, pero no significará nada. No tengo relación ninguna y me he hecho miles de fotos desde que soy presidente".

Los socios que se hicieron pasar por compromisarios "serán expulsados" del club y el presidente anunció que en la investigación que están haciendo entre 1.300 asistentes a la Asamblea dará "sorpresas desagradables", dejando entrever que también hay personas que votaron en su contra sin derecho a hacerlo. El presidente del Real Madrid pide fe en sus palabras. "Soy una víctima. Cada día vengo a trabajar esperando a que una mina me explote. Esta no es mi verdad, es la verdad". La afición madridista se pronunciará el domingo en el Santiago Bernabéu. Sólo el clamor popular haría reconsiderar su postura a Calderón.