Kobe Bryant y Pau Gasol, junto a una gran defensa en el último cuarto, han sido las claves en la victoria (86-92) de Los Angeles Lakers en un TD Garden de Boston a rebosar, con 18.624 espectadores, después de que los Celtics llegaran a ir ganando por quince puntos de diferencia. Entre ambos, además, se han encargado de estropearle la fiesta a Ray Allen, que ha batido el récord de triples anotados en la historia de la NBA con 2.562, superando así a Reggie Miller.
Gasol, eficaz, seguro y con un concepto único de equipo, ha evitado que los Lakers se hundiesen en la primera parte para darle tiempo a Bryant a que encontrase su mejor versión ofensiva y lograsen la remontada. El escolta estelar del equipo angelino, que había anotado sólo tres puntos en la primera parte, surgió en la segunda con veinte para ser de nuevo el máximo encestador de los Lakers y el hombre que ha hecho posible el triunfo para que los campeones de liga se vengasen de la derrota que sufrieron en pasado 30 de enero en el Staples Center de Los Ángeles (96-109).
Allen, el jugador que hacía historia en el primer cuarto al batir la marca de triples de todos los tiempos –sólo necesitaba dos para superar a Miller–, vio cómo Bryant le estropeaba la noche al forzarlo luego a estar sentado en el banquillo por culpa de las personales. "Era el triunfo que necesitábamos conseguir ante un rival como los Celtics y con este tipo de ambiente hostil", declaraba Kobe Bryant. "Debíamos demostrar que seguimos siendo un equipo ganador y campeones de liga".
Junto a Bryant, que ha sido un jugador muy diferente al de los 41 puntos del primer partido contra los Celtics que perdieron, Pau Gasol se ha convertido en el pilar que hacía posible primero que el equipo no se hundiese en la primera parte, y luego el que acompañó a la súper estrella a la remontada. El jugador de Sant Boi aportaba un doble-doble monumental de veinte puntos y diez rebotes, además de conseguir la canasta que sentencio el partido cuando faltaban menos de dos minutos y puso el parcial de 90-83 que dejaba a los Celtics sin la opción de forzar la prórroga. Gasol jugó 37 minutos para anotar 8 de 13 tiros de campo y cuatro de seis de personal, capturar nueve rebotes defensivos, repartir cuatro asistencias, poner un tapón, no perder balón alguno y aguantar con cuatro faltas personales.
Otro protagonista de la noche ha sido el pívot Andrew Bynum, quien se ha olvidado de los rumores sobre su posible traspaso a los Denver Nuggets por el alero Carmelo Anthony y ha aportado 16 puntos, nueve rebotes y un tapón para ser también decisivo en el juego bajo los aros, donde al final los Lakers han impuesto su presencia. El ala-pívot reserva Lamar Odom también cumplía su labor de sexto jugador al conseguir un doble-doble de diez puntos y doce rebotes para los Lakers, que tienen marca de 37-16. El escolta reserva Shannon Brown, con doce puntos, completaba la lista de los cinco jugadores de los Lakers que han tenido dobles dígitos y como equipo el 48 por ciento de acierto en los tiros de campo.
Todo lo contrario de lo que se ha dado en los Celtics, con el base Rajon Rondo sin inspiración encestadora, mientras que Allen desaparecía tras anotar 12 puntos en el primer cuarto. El escolta hacía historia en el primer cuarto al conseguir dos triples y superar la marca de Reggie Miller, que estaba presente en el partido como comentarista de televisión. Ambos se fundieron en un abrazo después de que Allen consiguiera la hazaña, pero se quedó sin poder disfrutar del triunfo.
Los Celtics llegaban al partido con el mejor porcentaje de tiro de campo de la NBA con un 50 por ciento, pero al final se quedaron con el 40.
El alero Paul Pierce anotaba 15 puntos, mientras que Rondo aportaba un doble-doble de doce tantos y diez asistencias para dirigir bien el juego, aunque también es cierto que ha estado poco inspirado en los tiros a canasta al fallar nueve de catorce en los de campo. Kevin Garnett, que conseguía un doble-doble de diez puntos y once rebotes, perdía el duelo individual con Gasol y tampoco ha podido ayudar a los Celtics en el juego de equipo para evitar la derrota, la segunda consecutiva después de haber perdido el pasado lunes contra los Charlotte Bobcats (94-89).