L D (EFE) El directivo señala que durante un control de salud rutinario en Estados Unidos se le descubrió un cáncer en el riñón izquierdo, del que se operó en Italia. "Nos sentimos inmortales, sin embargo debemos dar las gracias a Dios cada mañana sólo porque nos afeitamos", señala Briatore, quien cuenta que de no haber descubierto su enfermedad a tiempo, meses después habría sido "mucho más complicada" su curación.
Tras la operación, Briatore ha pasado "mucho tiempo" consigo mismo y ha decidido que cada vez lo estará más y agrega que "hay, al menos un quince por ciento de superfluo en mi vida de antes". Además, aseguró que quiere dedicar más tiempo a sí mismo y "a quien pueda tener necesidad".