L D (Agencias) Las selecciones de Brasil y Uruguay se clasificaron para la semifinales de la Copa América que se disputa en Venezuela gracias a los festines de goles que se dieron ambos equipos, puesto que Brasil goleó por 6-1 a Chile y Uruguay ganó al anfitrión Venezuela por 4-1. Con estos dos resultados, brasileños y uruguayos revivirán uno de los partidos más clásicos de la historia del torneo. El encuentro se disputará el martes 10 en Maracaibo.
Además, en esta primera jornada de cuartos de final, la competición se ha reconciliado con el gol, pues se han marcado hasta doce entre los dos encuentros, cifra que permite que la media goleadora del torneo vuelva a superar los tres tantos (3,1). El retorno del gol ha sido muy gratificante, sobre todo tras algún partido de la última jornada de la primera fase, en el que las igualadas convenían a los contendientes y éstos no tuvieron tan siquiera el detalle de agradar al público y asegurar el punto, pero hacerlo con un empate a uno, a dos o incluso a tres tantos.
La jornada también se cierra con la consolidación de Robinho como goleador del torneo, ya que lleva seis tantos tras los dos que consiguió hoy, y la irrupción del uruguayo Diego Forlán, muy apagado en la primera fase, pero que hoy también marcó dos tantos, además de fallar hasta tres ocasiones en el primer cuarto de hora de juego. Además, Robinho no va a ser considerado precisamente como el mejor amigo de los chilenos, puesto que de los seis goles que lleva, cinco se los ha marcado a Chile: tres en el partido del grupo disputado hace una semana y dos, durante el último encuentro.
El partido entre Brasil y Chile no tuvo historia. A la media hora de juego el marcador era de 3-0 y la goleada se veía venir a pesar de que el chileno Mark González debió dejar el encuentro con al menos un tanto en su casillero particular. Le faltó convicción a Chile y le sobró calidad a Brasil, lo que propició la mayor goleada hasta el momento de la Copa, en el encuentro en el que más tantos se han marcado hasta ahora: siete.
Brasil ha cambiado su imagen y poco tiene que ver con el equipo que debutó en el torneo con una derrota por 2-0 ante México. La mejoría que ha experimentado en su juego se deberá plasmar ante los uruguayos, que serán tan difíciles como fueron los mexicanos.
Más interesante, por lo nivelado y por la lucha, fue el Uruguay-Venezuela tras la huelga de fútbol y goles del empate a cero que a ambos convenía en el encuentro del pasado martes en Mérida. A los diez minutos del partido se había visto mucho más por parte de ambos que en aquella ocasión, aunque quizá Uruguay debió marcar antes. Lo hizo, sin embargo, en el estreno de Forlán de cara a puerta en esta Copa, poco antes del descanso.
Venezuela aprovechó una falta lanzada por Juan Arango para empatar antes del descanso y en la segunda mitad la mayor consistencia futbolística de los uruguayos dio para que ganaran con justicia el partido, aunque, quizá, el 4-1 final es un castigo demasiado duro para el esfuerzo de la selección anfitriona. El 1-2, marcado por Pablo García, es, hasta el momento, el gol de la Copa. Su belleza y calidad dio aplomo a los uruguayos que redondearon el partido con dos tantos más y una victoria convincente.
Chile se marchó a casa con problemas dentro y fuera del terreno de juego, mientras que Venezuela lo hizo con la satisfacción de la primera clasificación para cuartos de su historia y con la segunda victoria de su palmarés en el torneo, cuarenta años después de la primera. El pasado día 30, los venezolanos habían ganado a Perú por 2-0.